AVENTURA EN EL NAMIB


Un día en Africa


11 de Agosto 2016

La noche ha sido durilla. A los sonidos naturales del medio como las pisadas del Orix y a los gritos de las hienas, pájaros y no se sabe que bichos, se une el frío de la noche desértica. Nos levantamos un poco antes de amanecer , desayunamos , recogemos las tiendas y nos dirigimos hacia Sossusblei. Es un inmenso mar de arena con unas dunas enormes de 200 y 300 metros de altura. Para llegar hasta allí atravesamos la zona de Sesriem después de presentar al guarda el permiso que hemos sacado el día anterior. Nuestro primer contacto con la arena se produce en la duna de Elim, una duna parabólica de arena roja con algo de vegetación y unas hormigas enormes. Estamos solos. Impactante.
 Nota: Se llaman parabólicas no porque tengan una antena arriba, je , je, sino por la forma y porque apenas se mueven.
Antes de llegar a las dunas salimos del coche para dar un paseo hasta unos árboles secos en la lejanía justo debajo de las dunas. El suelo es como si estuviésemos en un planeta desconocido con unas piedras negras a las que la erosión ha grabado unos bonitos dibujos.
Seguimos hacia la duna 45 pero nos llama la atención la duna 40 y nos paramos aquí. Ieltxu y Mariví intentan una ascensión pero desisten hacia la mitad. Luego vimos que la duna 40 es tan alta y bonita como la 45 . La 45 estaba a tope de gente y en la 40 estábamos solos. Proseguimos el viaje hasta Dead Vlei donde realmente empieza el verdadero disfrute de Ieltxu, el conductor implacable. Pone la máquina a tope y atraviesa la zona de arena que hay entre el aparcamiento  y el final del trayecto, apto solo para expertos en 4x4,  dejando atrás a un vehículo atrapado por la arena. El último recorrido hasta Dead vlei es a pie entre una especie de niebla formada por arena y viento al más puro estilo de Laurence de Arabia. Dead Vlei significa salar muerto y, efectivamente, hace honor al nombre porque parece que no hay allí vida en absoluto. La única vida que se ve es la nuestra, que amenaza con desaparecer si no volvemos pronto al coche tras una marcha de seis kilómetros ida y vuelta. A nuestra logista  le abandonan las fuerzas pero como no le queda más remedio tiene que seguir adelante hasta donde espera nuestra supermáquina 4x4. Nuestro chófer lo pone de nuevo en marcha y nos saca de aquel sitio de muerte y desolación aunque de una sobrecogedora belleza. 
Una cosa rara que vimos y que en las guías no pone, son los “círculos de las hadas”, unos cercos de plantas que florecen una vez al año y que son un misterio ya que no se ha descubierto porqué se forman.
Regresamos al camping . Barbacoa a la luz de la luna y de la Cruz del sur.  y… a mirar las estrellas. Esto es Africa.




No me voy a extender sobre este país pues ya está la wiki para eso. Solo decir que Namibia es una república que limita al sur con Sudáfrica, al este con Bostwana y al norte y noreste con Angola y Zambia. Ah, se me olvidaba, al Oeste el océano Atlántico baña la costa de los esqueletos, esqueletos de barcos que se atrevieron a acercarse a esas costas y naufragaron quedándose allí para siempre.
Su desierto es el más antiguo del mundo y su aridez disuadió a los portugueses de colonizar el país en el siglo XV.
Los alemanes lo hicieron en 1840 y al perder la guerra de 1914 lo tuvieron que abandonar.
Después de guerras y atrocidades cometidas contra su pueblo por unos y por otros, actualmente parece una nación tranquila que esperamos poder visitar.
Si queréis información sobre su historia esta es una buena página:




VIAJEROS




Tres, solo tres, forman el grupo de aventureros:

Ieltxu, el responsable, conductor, interprete, logista, etc., etc., del grupo. Este viaje no sería posible sin él.

Mariví, logista, patrocinadora y animadora incondicional.

Luismi, un servidor, cronista del grupo y seguidor incondicional de los dos anteriores aun cuando tiene miedo a que le coma un león.

No ha sido posible que viniesen este año los compañeros de otros viajes anteriores, ¡Que le vamos a  hacer!


El VEHICULO

Hemos decidido que vamos a viajar sin conductor. Un vehículo todo terreno se impone en esta desértica nación y aunque nunca hemos conducido ninguno formará parte de nuestra aventura.

El vehículo es un 4x4 Toyota Hilux totalmente equipado para cuatro personas.

A la izquierda,Ieltxu revisando el coche



El alquiler del vehículo incluye :

cocina de gas
lampara de gas
2 bombonas de repuesto
una nevera
2 cazuelas  nº 10 y nº 2
4 sillas de camping
mesa de camping
depósito de agua
caja de almacenaje
compresor de aire
caja de herramientas
cinta para remolque
Pala
2 ruedas de repuesto
batería de repuesto
extintor
maletín de primeros auxilios
2 tiendas de campaña
1 barra portadora de carga
1 bastidor para vehículos
sacos de dormir
almohadas
fundas de almohadas
toallas de mano
toallas de baño


Caja de pic nic
4 cuencos postre
4 platos
4 tazas
azúcar y sal
4 tenedores
4 cuchillos
4 cucharas
4 cucharillas
2 pimenteros
2 recipientes
4 vasos de vino
1 cuchillo de cocina
sacacorchos
caja para cubiertos
mantel

Cocina de camping
Tazón
Tetera
utensilios barbacoa
cuchillo de pan
cuchillo carne
cuchillo normal
hervidor de huevos
cuchara de madera
cazuela
recipiente sal/pimienta
recipiente de azúcar
recipiente leche
abrelatas
agarrador de ollas
paño de cocina
tablero de pan
parrilla
patas para la parrilla
pinzas para barbacoa


EL VIAJE

DIA 1
Sabado 6 de Agosto
Bilbao 18:50
Frankfurt 21:00

Frankfurt 22:15
Johanesburgo 08:40  (7 de Agosto)


DIA 2

Domingo 7 de Agosto
Johanesburgo
Hotel : Dove's Nest Guest House
Salida 8 de Agosto

DIA 3
Lunes 8 de Agosto
Vuelo a Windhoek
Johannesburgo 12:00
Windhoek 13:00
Hotel: Rivendell
Direccion: 40 Beethoven Street, 00100 Windhoek, Namibia
Salida: 9 de Agosto

Alquiler del todoterreno en Namibia 4x4 Hire ( nº 10 Oryx Street )

DIA 4

Martes 9 de Agosto
Camping: Sossus Oasis Campsite
Dirección: Sesriem Farm, Maltahohe District
Salida: 11 de Agosto

DIAS 5 y 6
Martes, Miercoles 9 y 10 de Agosto
Desfiladero de Sesriem-Sesriem Canyon
Duna 45
Dead Vlei
Sosusvlei
Namib

DIA 7
Jueves: 11 de Agosto
Hotel: La Casetta Bed & Breakfast
Dirección: 9 Komoran Street, 9000 Swakopmund, Namibia
Salida: 12 de Agosto

Avioneta ( Viernes 12 de agosto)
Skeletton Coast
Cape Cross

DIA 8
Viernes : 12 de Agosto
Camping: Spitskoppe Restcamp
Dirección: Logufa PO Box 8061. Tel++264-64-464144
Salida: 13 de Agosto

Petroglifos
tribus herero
santuario bosquimano
bosque petrificado

DIAS 9 y 10
Sabado 13 y Domingo 14 de Agosto

Hotel: Palmwag Lodge&Campsite
Dirección: Swakopmund.Namibia P.O. Box 2528. Tel: +264 (0)64 403096
Salida: 15 de Agosto


Rhino Tracking (día completo)


DIAS 10 y 11
Lunes 15 y Martes 16 de Agosto

Camping: Omarunga lodge&Campsite
Dirección: Swakopmund-Namibia P.O. Box 2528. Tel: +264(0)64403096
Salida: 17 de Agosto

Poblados Himba
Cocodrilos
Puesta de sol

DIAS 12 y 13
Miercoles 17 y Jueves 18 de Agosto
Hotel: Mopane Village Etosha
Dirección: Kai-Koro Reservations Ansonet Knoetze P.O. Box 3366, Vineta, Swakopmund
Namibia. Tel: +264 64 461677
Salida: 19 de Agosto

Safari todo el día

DIA 14
Viernes 19 de Agosto
Camping: Mururani Camping
Situación: En la B8 a mitad del camino en Grootfontein y Rundu cerca de la valla de veterinaria a 130 Km al noreste de Grootfontein
Salida 20 de Agosto


Veinticuatro kilómetros al Oeste de Grootfontein está el enorme meteorito Hoba.


DIAS 15 Y 16

Sabado 20 y domingo 21 de Agosto
Hotel: Ngepi Camp 
Dirección P.O. Box 5140 Divundu Namibia  Tel: +264(0) 66259903
Salida 22 de Agosto

 
DIA 17
Lunes 22 de Agosto

Camping: Maun Rest Camp
Maun (Bosbwana)
 

DIAS 18 y 19
Martes 23 y Miercoles 24 de Agosto
Hotel: Senyati Safari Camp

Dirección: Lesoma Valley, Kasane Tel: +00267 71881306
Salida: 25 de Agosto

DIA  20
Jueves 25
Hotel: Victoria Fall Backpackers, Victoria Falls
Dirección: 357 Gibson Road, Victoria Falls Zimbabue Tel: 263(13) 42209
Salida 26 de Agosto


Cataratas Victoria

DIA 21
Viernes 26
Victoria Falls Airport
- Tasas de salida: 30 US $
- Situación: A 18 km al sur de Victoria Falls, cerca de las Cataratas Victoria
Vuelo a Johanesburgo
código de vuelo MDVLHO
Victoria Falls 11:00
Johanesburgo 13:45

Johansburgo: 19:10
Bilbao: 18:05 el sábado 27 de Agosto

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6 de Agosto, sábado

El vuelo trascurre con total normalidad entre Bilbao y Frankfurt asi como entre esta ciudad y Johanesbrgo y dentro de las horas previstas.
El Airbus 747 recorre la distancia que nos separa de la ciudad sudafricana en ocho horas.
La comida en el avión no está mal para ser de avión y el vuelo pasa a formar parte sin problemas de nuestras vacaciones.

7 de Agosto, domingo

Son las seis de la mañana y una bonita luz roja se asoma por el horizonte.
La tierra se hace visible . Un río enorme serpentea allá abajo dibujando unos grandes meandros cuando un sol rojo nos obliga a bajar la ventanilla del avión. Es el río Zambeze. De nuevo estamos en Africa.
Después de un rápido control de aduana llegamos a la muy  recomendable casa de huéspedes Dove´s Nest donde nos proporcionan un guía local para visitar la ciudad.

El recorrido comienza con la visita a las cuevas de Sterkfontein distantes 65 kilómetros de la ciudad,  patrimonio de la humanidad donde se encontraron restos de los primeros homínidos. Una visita muy interesante para los amantes de la prehistoria.
Soweto es un barrio de dos millones de almas donde el plato fuerte es la pequeña y austera casa de Nelson Mandela donde hace tan solo treinta años masacraron a más seiscientos universitarios que protestaban contra el Apartheid y que ahora llama la atención porque esa zona se ha convertido en lugar de moda para la gente adinerada que vuelve al barrio de su niñez a pasar el domingo.
La ciudad de Johanesburgo podría pasar por una ciudad europea sino fuera por los muros y alambradas electrificadas que rodean las urbanizaciones y las casas comenzando por nuestro pequeño hotel y por la ausencia de iluminación en prácticamente toda la ciudad.
Aun así nos dicen que la criminalidad ha descendido mucho en los últimos años.

Gastos:

Cuevas:………………………………………………  415
Casa museo Soweto……………………….………...  180
Restaurante cervecería Sakhumzi Soweto…………... 603
Hotel Dove´s……………………………………….. 1202
Guia por la ciudad…………5300+200(gasolina)…..5500
Total……………………………………………..
8 de Agosto, Lunes

Protegidos por la valla electrificada pasamos una buena noche en este pequeño hotel de aeropuerto.
Un buen desayuno a base de huevos, bacón frito, tostadas, café con leche y cereales es imprescindible antes de dejar la famosa ciudad del Apartheid.
El tiempo es bueno, más bien fresquito por la mañana y el cielo está despejado.
Un Boeing 737-800 con nosotros dentro despega hacia Windhoek. Son las 12,20.

El hombre del alquiler de coches ya nos está esperando pero antes de marchar cambiamos dinero en la caja y en la oficina de cambio. Por cierto que ya nos dan el primer timo. Entre los billetes de 100 dolares namibios había uno de 50 Rand sudafricanos. ¿Habrá sido un despiste de la funcionaria? Todos opinamos que no.
Recomendación: revisar los billetes antes de marchar.
La capital de Namibia no es muy grande. Algo así como tres veces Barakaldo.
Su aeropuerto Hosea Kutako dista 40 km. del centro y a eso de la mitad nos detenemos a recoger el 4x4.
Marivi tiene un pequeño percance y rompe la cámara con lo que mañana esperamos comprar otra ya que no se puede empezar un safari fotográfico sin cámara de fotos.
El hotel rivendel es muy bonito como una casa grande con una piscina en el jardín. Dista diez minutos a pie del centro con lo que nos acercamos dando un paseo.

Windhoek no es que sea una belleza de ciudad pero, como nunca habíamos estado en ella pues ya es suficiente, dado que además es la capital de la nación.

Para celebrar nuestro aniversario que es hoy y de paso que estamos de vacaciones nos cenamos unas pizzas
Hoy tenemos luna creciente y para que lo sepáis crece al revés que en el hemisferio norte o sea cuando tiene forma de “C” crece como su inicial indica como debe ser .

Despues, dado que está bastante oscuro y estamos un poco alejados del hotel pillamos un taxi por dos euros.

9 de Agosto, Martes

Amanece en Rivendell. Hace fresquito. Ni una nube. No es el país de los elfos, no. Es el nombre de nuestro hotel. El gato negro al que llaman Frodo ya me está esperando a la salida de la habitación. Menos mal que no creo que los gatos negros den mala suerte.
Son las seis y media y como es de día ya, salgo a la calle para no molestar demasiado mientras escribo el diario.
El toyota Hilux, matrícula N 173-319W nos espera pero antes habrá que asearse un poco y desayunar.

Después de un buen desayuno y aprovisionamiento para la cena salimos hacia las ocho en busca de una cámara de afotar hasta el centro de windoek cosa que conseguimos una vez dejado el coche a buen recaudo vigilado por una joven dispuesta para ello.

Son ya las 9 de la mañana cuando salimos en dirección a Reobath distante 80 km.
Justo pasado Reobath la carretera de asfalto se trasforma en una pista de tierra y arena con un paisaje que va perdiendo poco a poco vegetación y convirtiéndose en un terreno árido donde los haya, casi marciano.
El Toyota devora kilómetros de pista a una media de 90 por hora como si de una autoban se tratara.
El conductor va feliz cumpliendo uno de sus sueños: conducir un todoterreno por el desierto.
Pasamos por Klein Aub a las 11,15. Torrentes secos atraviesan la carretera.
La vegetación ya es inexistente y de vez en cuando encontramos granjas con cabras y alguna vaca.
Son las 12 cunado después de 231 kilometros llegamos a una desviación a solitaire  poblado por el que pasaremos de camino a Swakomund pasado mañana.
Por el camino nos encontramos con babuinos, facóqueros, y hasta un Orix muerto a la orilla de la pista.

A las 12,08  giramos a la izquierda por la D-854 y a las 13,30 cojemos un desvío por la C27 hasta Sossus Oasis Camp donde llegamos a las 13,45.

En total hemos recorrido 378,6 en 4 horas 45 minutos desde Windhoek hasta Sossus en Sesriem.

Lo primero que hacemos es recabar información en recepción donde hay una tienda, una gasolinera y una cafetería.

Visitamos el cañón de Sesriem  (introducir información)
A la vuelta montamos las tiendas donde, una vez más se demuestra nuestra pericia.

Del camping os diré que yo no pediría más a un alojamiento en el desierto. Tiene ducha de agua caliente, fregadero, lavabo, aseo , todo para nuestro uso exclusivo y una piscina pequeña rodeada del único césped a un montón de kilómetros a la redonda.
Después de cenar y darnos una duchita nos sentamos a relajarnos y a escribir estas líneas. Son las 18:30 y es de noche ciego. Ieltxu y Marivi se ponen a intentar descifrar que estrellas están en estas latitudes.
A pesar de que una creciente luna domina el cielo podemos ver claramente la Cruz del Sur, Mercurio, Venus, Jupiter, Marte, Saturno y Plutón además de Vega, Arturus, Antares, etc, etc.
En esto ocupamos las horas finales de nuestra jornada.

Hasta mañana.


El bloguero gruñón:

No me puedo quejar porque esperaba que el camino fuera peor aunque el paisaje no me recuerda para nada ni a Somiedo ni a Pirineos, ¡¡¡Mecagüen!!!

10 de Agosto. Miercoles.


SOSSUSVLEI y DEATHVLEI

La noche ha sido durilla. A lo sonidos naturales del medio como las pisadas del Orix y los gritos de las hienas, pájaros y no se sabe que bichos se unen el frío de la noche desértica y mis excursiones nocturnas al baño.
Nos levantamos un poco antes de amanecer a las 6,30, desayunamos café con leche y pan con mermelada, recogemos las tiendas y nos dirigimos hacia Sossusblei.
Sossusblei es un inmenso mar de arena con unas dunas enormes de 200 y 300 metros de altura.
Para llegar hasta allí atravesamos la zona de Sesriem después de presentar al guarda el permiso que hemos sacado el día anterior.
Nuestro primer contacto con la arena se produce en la duna de Elim, una duna parabólica de arena roja con algo de vegetación y unas hormigas enormes. Estamos solos. Impactante.
Nota: Se llaman parabólicas no porque tengan una antena arriba , je , je, sino porque tienen esa forma y apenas se mueven por lo que tienen alguna planta  aunque no sea la selva de Irati precisamente.

Antes de llegar a las dunas salimos del coche para dar un paseo hasta unos árboles secos en la lejanía justo debajo de las dunas. El suelo es como si estuviésemos en un planeta desconocido con unas piedras negras a las que la erosión grabado unos bonitos dibujos.

Seguimos hacia la duna 45 pero nos llama la atención la duna 40 y nos paramos aquí. Ieltxu y Mariví intentan una ascensión pero desisten hacia la mitad. Luego vimos que la duna 40 es tan alta y  bonita como la 45 o más. La 45 estaba a tope de gente y en la 40 estabamos solos.
Proseguimos el viaje hasta Dead Vlei donde realmente empieza el verdadero disfrute de Ieltxu, el conductor implacable.
Pone la máquina a tope y atraviesa la zona de arena que hay entre el aparcamiento primero y el final del trayecto apto solo para expertos en 4x4 dejando atrás a un vehiculo atrapado por la arena.
El ultimo recorrido hasta Dead vlei  es a pie entre una especie de niebla formada por arena y viento al más puro estilo de Laurence de Arabia.
Dead Vlei significa salar muerto y efectivamente hace honor al nombre porque parece que no hay allí vida en absoluto. La única vida que se ve es la nuestra que amenaza con desaparecer si no volvemos pronto al coche tras una marcha de seis kilómetros ida y vuelta. De hecho a nuestra logista casi le abandonan la fuerzas pero como no le queda más remedio tiene que seguir adelante hasta donde espera nuestra supermáquina 4x4.
Nuestro chofer lo pone de nuevo en marcha y nos saca de aquel sitio de muerte y desolación aunque de una sobrecogedora belleza.
Una cosa rara que vimos y que en las guías no pone son los “círculos de las hadas”, unos cercos de plantas que florecen una vez al año y que son un misterio ya que no se ha descubierto porqué se forman.

Regresamos al camping sobre las 13:00 pero antes pasamos por el super para comprar la comida y la cena que según parece será una barbacoa en Sossus oasis Camp a la luz de la luna y de la Cruz del sur.
Dicho y hecho. Hacia las cinco Ieltxu enciende el fuego y para las seis y media ya estamos cenando cordero, cerdo y salchichas con patatas fritas.
Leche de postre y… a ver las estrellas.

El bloguero gruñon:
Aquí no hay ni una gota de humedad en el aire. La nariz esta tan seca que los mocos tienen sangre y por la noche no se puede respirar. Además los chacales o las hienas o lo que demonios sea no paran de hacer ruidos y no nos dejan dormir.
Las acacias tienen unas espinas tan largas y duras que pueden atravesar el caucho de una rueda como si fuese mantequilla. ¡¡cuidadin con ellas!!
Subir a la duna ¡¡cansa que te mueres!! ¡¡ hace un calooor!! ¡¡hay una de arenaa!!  Pensároslo dos veces antes de intentarlo listillos.

Jueves 11 de Agosto.
   
SWAKOPMUND


Son las 6:45 de la mañana cuando después de desayunar y recoger las tiendas rápidamente salimos del camping Sossus Oasis camp en medio de una densa niebla que poco a poco se va disipando hasta que a los diez minutos tomamos La C19 hacia Solitaire .
Recorremos el Parque Namib Naukluft.  Al cabo de un rato una manada de cebras posa para que le hagamos unas fotos.
A la 8:15 llegamos a Solitaire que resulta ser un oasis en medio de la nada adornado con ruinas de coches y máquinas antiguas.
Hay un Lodge, una gasolinera y lo más importante: una estupenda pastelería cafetería donde descansamos y tomamos un café con unos pasteles estilo alemán. Se llama Moose Mc Gregors Desert Vaqueri.
Después de llenar el depósito (el del coche y el nuestro) emprendemos la marcha hacia Swakopmund a cuyo distrito entramos sobre las 10:20.

El itinerario atraviesa un paisaje lunar. Neumaticos repartidos a los dos lados de la carretera nos indican que no es un camino de rosas precisamente. De hecho ha aparecido una pequeña grieta en el parabrisas que esperamos no vaya a más.
A las 12:10 llegamos a Belvis Blei a 33 km de Swakop y un poco más tarde a través de la B2 entramos en una curiosa ciudad.

Swakopmund es como una ciudad alemana con tejados para la nieve (me meo de la risa) y todo a orillas del atlántico solo que con palmeras y una playa tan larga que ya la quisieran los de Laredo, ja,ja.
Por supuesto el desierto está aquí al lado por lo que no se si la playa es el desierto que llega hasta el océano o es la playa separada del desierto por la carretera y las casas.

A las 13 Horas llegamos al hotel La Casetta. Un hotelito pequeño como una casa pero con una habitación preciosa y grande de estilo colonial que le inspira a Mariví. Ambiente familiar y trato agradable.

Ieltxu nos tiene preparado un más que interesante recorrido por el desierto de Swakopmund. Tambien lo llaman el Namib pero este desierto es muchísimo más joven. Solo tiene 60 años y está formado con arena traída por el viento desde sudafrica; por eso es de color amarillo en vez de roja como el Namib.

El desierto es precioso con sus formas onduladas y con sus colores que varían según avanza el día.

La excursión la llaman “los cinco pequeños” como para imitar a “los cincos grandes” que se ven en Kenya. En realidad son algunos más. Digamos que es una demostración de que en el desierto también hay vida.

LOS CINCO PEQUEÑOS

Jon es un hombre experto en descubrir lo que se esconde bajo las arenas del desierto. Estudia las huellas dejadas en la arena y así sabe lo hay debajo
Estos son los pequeños que hemos visto:

El Geco del desierto. Tiene patas palmeadas para escarbar y se esconde para salir de noche. Sus enemigos son las gaviotas y los chacales.
La araña bailarina. Cuando la echas arena mueve las patas. Es blanca. Su veneno te deja ciego durante tres días.
La víbora del desierto. Come roedores, es nocturna y bastante venenosa aunque no mortal.
El lagarto ciego. Es un extraño lagarto sin patas y ciego que se esconde en la arena. Se parece más a una culebrilla que a un lagarto.
El lagarto del Namib o Meroles. Es un pequeño lagarto muy agresivo que te muerde y se queda colgando del dedo.
La víbora cornuda. Tiene como unos cuernos en el hocico y su picadura es bastante grave.

Regresamos al hotel para las cinco de la tarde.



Viernes 12 de Agosto.


CAPE CROSS Y SPITZKOPPE

A las 7:30 un desayuno perfecto que nos preparan los dueños de la casa nos espera en la mesa.
Sobre las 9 llenamos el deposito del coche y después de dar un paseo por Swapkomund que tiene poco que ver nos vamos de excursión a través del Namib hasta la costa de los esqueletos ¿andando?, noooo. En una avioneta preparada para nosotros tres.
Las vistas del namib desde el avión volando a baja altura es impresionante. Alucinando con las formas y colores de las dunas del desierto más viejo del mundo  llegamos hasta la costa de los esqueletos llamada así en honor de los cascarones de los barcos encallados en la arena de esta costa mortal. Si algún marino pensó que estaba salvado al tocar tierra erraba de lleno. Una barrera de arena separa el mar de más…arena: el inmenso desierto.

Despues de la excursión de más o menos hora y media a eso de las 12 nos dirigimos a Cape Cross.
La carretera de tierra apisonada no está mal  y siguiendo la costa de los esqueletos en dirección Henties Bay por la carretera de la sal llegamos a eso de las 13:10 a una colonia de focas.
Las focas se amontonan unas al lado de otras despidiendo un olor penetrante a pesar de que se bañan continuamente en las aguas del océano.
A pesar de lo interesante del lugar no podemos estar allí demasiado tiempo y un poco más tarde enfilamos hacia Spitzkoppe.

Spitzkoppe es una formación de roca granítica de 1718 metros de altura tan impresionante que lo llaman el Cervino de Africa. Por supuesto el Cervino no tiene nada que ver con esta montaña aislada en medio del desierto pero por su escarpada pendiente hasta la cumbre es un paraíso para los escaladores.
En el parque natural que lo rodea es donde se asienta el Spitzkoppe Rest Camp un camping ubicado en medio de un extraño e impresinante entorno.
Cerca, el poblado paupérrimo de Groot Spitzkoppe nos recuerda que a pesar de los alemanes y de su dinero, esto es Africa.

A las seis ya casi está anocheciendo y mientras yo escribo estas líneas Ieltxu y Marivi ya tienen lista la segunda barbacoa del viaje.

¡¡¡Buen Provecho!!!


Sábado 13 de Agosto

La primera excursión de hoy es a las 7 de la mañana después de desayunar para ver unas pinturas realizadas por los bosquimanos cuyo verdadero nombre es “SAM”.
El guía nos enseña las pinturas y nos habla sobre la vida de esta gente tan adaptada a este territorio. Para que sirven sus pinturas, como es su lengua, la planta venenosa que utilizan para cazar.
Después le acompañamos a ver la clínica y la escuela donde dejamos los cuadernos que trajimos.

Este pueblo que vive a las faldas de esta montaña es muy pobre y vive del ganado y de vender piedras a los turistas. La minería lo llaman ellos.

El tiempo pasa y es necesario partir hacia Damaraland donde visitamos los petroglifos  de Twyfelfontain y el bosque petrificado con la welvechias.

El camino es largo, más de seis horas, y tenemos varias paradas.

La zona de Damaraland es un extenso semidesierto de arena y piedra donde crece una muy escasa vegetación y donde solo hemos visto dos avestruces, una familia de babuinos y dos jirafas y muy de vez en cuando asentamientos de chabolas probablemente donde hay agua y un molino para sacarla. Increíble que alguien pueda sobrevivir en este desierto.

Poco a poco el paisaje se vuelve más benévolo y hasta se ven unos cuantos árboles pequeños cuyo número va aumentando a medida que nos acercamos al Palmwag lodge camp site donde llegamos a las 15:40 de la tarde. Los guardas de la puerta, como en todas partes registran nuestro nombre y matrícula meticulosamente. Hasta el de la gasolinera apunta la matrícula de nuestro vehículo.

La cena a base de macarrones entra bien y terminamos a tiempo para escuchar a otro guía, esta vez el que mañana nos llevará en busca del rinoceronte negro.
Decididamente, después de cruzarnos con un camión de turistas, nos hemos dado cuenta de que viajar en todoterreno es la forma de viajar que más nos gusta a nosotros. Dormir en tienda de campaña, hacernos la comida y comerla al aire libre mientras ves la puesta de sol. El sentimiento de libertad es total aunque de vez en cuando nos guste disfrutar de una buena cama.

Kilometros de hoy: 380 aprox.
Domingo, 14 Palmwag Lodge

Rinotracking.

La madrugada esta vez es notable. Hemos quedado a las seis con el guía y una pareja de jóvenes italianos para salir en busca de uno de los bichos más grandes de Africa.

Partimos de Palmwag a las seis de la mañana. La temperatura será de unos cero grados pero el viento hace que la sensación térmica sea de cinco bajos cero o al menos a mí eso me pareció. Ya en el coche que nos lleva hacia la zona a visitar, el frío aún se hace más intenso.
La zona que por supuesto pertenece a Damaraland es el Torra Conservancy un parque natural de más de 300 metros cuadrados de semidesierto formado por piedras de naturaleza basáltica y surcado por cauces de ríos sin agua y siete pozas donde los animales acuden a beber el tan preciado líquido.

No hay palabras ni fotos que describan el paisaje que vamos viendo durante todo el camino.

En el inmenso parque apenas se ven animales pero haberlos áilos. Para eso vamos acompañados de dos rangers y un guía local que saben cómo encontrarlos. El objetivo estrella es el rinoceronte negro ya que el blanco esta extinto en esta zona. Les han cortado los cuernos para evitar la caza furtiva pero son realmente agresivos y en contra de lo que yo creía ven bien, oyen mejor y corren a 50 km/hora. Son muy impredecibles y si te atacan estás listo.

No solo conseguimos ver un rinoceronte sino además una familia de 14 leones, jirafas, kudus, Oryx, Sprinbok, Steenbok, cebras, Hienas, chacales y un zorro al que pillamos echando la siesta.
El gran ausente fue el elefante del que solo vimos sus excrementos.
Tambien hay en el parque leopardos y guepardos.

La plantas dominantes en el parque son el árbol Mopane del que los Himbas extraen un perfume cuyo olor recuerda a la de la resina de nuestros pinos y la planta de la que extraen el veneno los bosquimanos, llamada Euphorbia damaralensis.

El terreno es accesible solo con todoterreno y acompañados del guía y de los rangers.


Comimos dentro del parque Torra Conservancy y pasamos por las áreas llamadas Big Spring y Poacis game que es la zona al otro lado de una valla doble donde estaba la familia de leones.

El trabajo de los rangers consiste en monitorizar al rinoceronte mantener actualizado una especie de carnet de identidad de cada uno. Hay unos 40 rinos en el parque. Si dañas de la forma que sea a uno de ellos la pena es de 20 años de cárcel.

Comemos  a la sombra de un Mopane con mantel y platos de loza y una comida esplendida que no esperábamos a base de ensalada mixta, pasta, pollo, embutido, queso y redondo de carne, pan y bebidas como cerveza y refrescos.

Regresamos por Big Spring área para llegar al camping a eso de las tres de la tarde.
Ieltxu hizo buenas migas con unos heavys italianos de Brescia (entre Milan y Verona).


Lunes 15. Omarunga campsite


¡¡Ya  ha amanecido y nosotros todavía en la tienda!!

Son ya las seis y media cuando estamos desayunando.
Recogemos las tiendas y a eso de las siete salimos de Palmwag por la C43 en dirección Seisfontain, destino Omarunga, un camping al norte de Namibia en la frontera con Angola.
El paisaje desertico se vuelve sabana hacia las 8 de la mañana y hasta aparecen más arboles y montañas aunque muy erosionadas y sin un árbol. La carretera es buena, sin exigir demasiado claro y de vez en cuando aparecen rebaños de vacas y cabras y algún burro que otro. Estamos en la zona de hereros y himbas. De vez en cuando algunos himba nos saludan con la mano y hacen ademán de acercarse al coche pero no paramos hasta Opuwo que es lo que podríamos llamar una ciudad suburbial. Un banco, dos supermercados y una gasolinera es lo único que recuerda a nuestro mundo europeo. Lo demás parecen barriadas de chabolas y las tribus conviven con la modernidad y compran en el super vestidos con sus ropas típicas.

A las 10 estamos en Opuwo. Alrededor del banco, super y gasolinera muchas mujeres himba venden su artesanía a los turistas y algunos jóvenes se acercan a ver si consiguen algún tipo de beneficio. Aunque pobres, no son pesados y el ambiente es cordial y distendido.


Después de llenar el depósito y comprar algo de comida en el super mezclados con gente de raza herera con sus extraños tocados y himbas cargadas con bebes a eso de las 11, marchamos hacia Epupa.

11:30 de la mañana. Ohandungu es un paraje con bastantes arboles de Mopane que crecen en un inmenso arenal lo que da la impresión de circular en un desierto con árboles. Ni rastro de agua en cualquiera de sus presentaciones, ya sea en forma de fuentes, ríos o lagunas.
Los animales que se ven son escasos. Aparte de las vacas, cabras y burros de las pobres granjas que encontramos solo hemos visto avestruces y algún antílope pequeño semejante a nuestros corzos, llamados Steenbok.

A las 12:30 paramos en una aldea llamada Omuhonga donde entramos en una tienda local abastecida solo con productos envasados no perecederos. De vez en cuando repartimos algo de comida a gente himba que acude al paso de nuestro vehiculo.
Un poco más adelante nos hacemos una foto al lado de un baobab enorme y poco después llegamos al camping Omarunga. Son las 13:30 de la tarde.

El camping Omarunga está en una zona privilegiada con abundante vegetación y palmeras aunque no supera al camping de Sossus oasis camp que a pesar de ser una zona más desértica nos resultó más cómodo porque cada parcela tenía sus propios servicios. Este quizás sea más lujoso pero hay que compartir los baños, fregaderos y no hay opción a wifi.

Antes de salir a ver las cataratas cuyo ruido se oye desde nuestro sitio nos damos una vuelta por los alrededores donde podemos ver la auténtica África tan pobre y primitiva como todo el mundo se la imagina aunque quizás con gente más feliz de lo que muchos creen.

Hemos tenido un fallo técnico al contratar desde casa la excursión a ver el atardecer a la cataratas Epupa. La visión de las cataratas es espectacular pero se puede acceder a ellas andando desde el camping y solo tienes que pagar 20 dólares namibios amen de no aguantar  a una tropa de turistas alemanes más interesados en tomar gintonic que otra cosa.

Para mañana teníamos programada otra excursión, por lo que parece de la misma índole, a un poblado himba. La hemos anulado con la esperanza de poderlo organizar por nuestra cuenta de una forma más acorde con nuestra forma de pensar.
Mañana os lo cuento.

La cena preparada por Marivi a base de macarrones con salchichas nos ha sentado estupendamente.
Hoy parece que nos acostaremos un poco tarde. A eso de las ocho.

Martes 16

Poblado Himba y excursión por el río Kunene a buscar cocodrilos

A las siete de la mañana ya estamos desayunando leche con pan y galletas a la orilla del río Kunene con el ruido de las cataratas de fondo.
A esta zona la llaman Kaokoveld o kaokoland una vasta región de montes desérticos con pistas de arena en vez de carreteras trazadas por el ejército sudafricano (SADF).
Aquí hace menos frío por la noche y el amanecer es templado y agradable.

Como habíamos planeado renunciamos a la excursión del camping y organizamos por nuestra cuenta el encuentro con los Himba.
Lo primero que hay que hacer es comprar algún alimento para ofrecérselo como regalo. Es comprensible. A nadie le gusta que un extraño venga a tu casa a curiosear y encima no traiga un regalillo.
Nuestra preocupación era conseguir un guía local que hablase Himba e inglés pero la suerte estaba con nosotros y por el camino encontramos a un caminante que se dirigía a Opuwo a ver a sus padres. Se llama Alen y funcionó perfectamente como guía ya que nos llevo hasta un poblado escondido entre el bosque rodeado por una cerca para protegerse de los guepardos y chacales.

Estuvimos con cuatro mujeres que estaban moliendo maíz y también les dimos una pomada antiséptica para curar la circuncisión del niño que parecía infectada.
No nos quedó claro si la utilizaran correctamente.
Los Himbas son una etnia que siguen viviendo como sus ancestros. Las mujeres se tiñen la piel con una mezcla de ocre, mantequilla y hierbas que les sirve para protegerse del sol y repelente de insectos aunque me creo que con las moscas no hace mucho efecto. El perfume que usan lo sacan de la semilla del árbol Mopane.
Las mujeres van con el pecho descubierto y con solo una pequeña especie de falda de piel para la parte de abajo.

Después de comprar alguna cosilla que nos sacaron seguimos adelante.

Unos kilómetros más adelante,  dos niños nos hacen señas para que paremos el coche.
Nos piden que les llevemos al hospital y así lo hacemos.
Por el camino se devoran un paquete de galletas y un quesito que les damos.

Al llegar a Okongwati echamos dos garrafas de diésel y nos despedimos de nuestro acompañante e improvisado guía.

Comemos a las 13 como acordamos en recepción del camping.
Son las tres de la tarde cuando, acompañados de Tom, recorremos la orilla namibia del río Kunene en busca de cocodrilos. Unos a uno vamos encontrando hasta cinco monstruos que están echando la siesta en la arena o en la roca del cauce.
El río Kunene está como se suele decir infestado de cocodrilos. Hace dos años se comieron a dos himbas que intentaban cruzar el río desde Angola.
Una excursión perfecta siempre que se vaya acompañado de un guía si no quieres servir de merienda.

A las cuatro estamos de vuelta.




Miercoles 17. Mopane Village Etosha.

Prontito, antes de que caliente el sol, dejamos el precioso paisaje del río Kunene con el ruido de las cataratas Epupa al fondo. Al marchar es también necesario echar un último vistazo a la gente humildísima de Epupa Village, sin la cual el funcionamiento del camping no sería posible. Ellos hacen de guías, venden leña para las barbacoas y demás funciones que hacen posible que podamos visitar este sitio.

Regresamos a Opuwo por la misma carretera de arena que atraviesa el desertico bosque donde se esconden los poblados himba y dirigimos a nuestro todoterreno hacia el este.

Opuwo dista del camping unos 180 kilómetros y por el camino siempre hay gente haciendo autostop.
No debe dar miedo parar a la gente para llevarles a los sitios que te pillan de paso. Es muy buena gente y les haces un gran favor.

Son las 9,45 cuando llegamos a Opuwo y tardamos una media hora en hacer compras y sacar algo dinero (otra vez) antes de partir en dirección a Kamanjab.
La carretera hasta Kamanjab está muy bien asfaltada. Luego hay que decidir si vamos por la C40 hasta Outio y de allí a Mopane por la C38.
En lugar de eso cogemos la D3248 a través de la sabana atajando por el límite sur del parque nacional Etosha con la esperanza de ver animales.

No ha sido así ya que el único animal que vimos fue un kudu que salió de repente y nos dio un buen susto.
Llegamos al Camping Mopane Village a las 15,30 y recibimos una grata sorpresa ya que después de más de 600 kilometros una cama con ducha al lado se agradece. Además hoy tenemos barbacoa para cenar.

Jueves 18

Safari por Etosha.

Hoy ha tocado recorrer el parque Etosha. Es una extensa planicie de 22.000 Kilometros cuadrados.
Es enorme. La palabra Etosha significa el gran lugar blanco.
Consta de un bosque bajo de matorral y también de sabana. Los árboles son principalmente Mopane y acacias.

Hemos podido ver gran cantidad de animales y aunque en mucha menos cantidad que en Kenya estos son diferentes y no menos interesantes.

Elefantes, rinocerontes, jirafas, kudus, Oryx, gacelas saltarinas, racicero común, Etc, atc,
Un montón de bichejos de lo más variado.
Estuvimos toda la mañana recorriendo el parque y también después de comer aunque por la tarde no tuvimos la suerte de la mañana y solo vimos los antílopes más comunes y un esqueleto de jirafa que demostraba que alguien se la había merendado.

Okaukejo es una zona de camping y bungalow habilitada para el turismo en esta zona. Tiene gasolinera, restaurante, supermercado y algún servicio más como correos y lavabos.
Tambien hay una charca donde pueden verse si se guarda un poco de silencio (un poco difícil para los nativos de algunas naciones) los animales cuando se acercan a beber.
Nosotros pudimos ver un elefante y varios tipos de antílopes.

Regresamos al Mopane lodge a eso de las seis cuando ya un sol rojo se había escondido por el horizonte.

Viernes 19

Mururani Camp

Después de desayunar opíparamente como solo lo hacen los que saben que no van a comer más tarde, nos dirigimos a eso de la 7:30 de la mañana en dirección Outjo por la C38. Lo rebasamos a las 8 y antes de las 9 estamos en Otjiwarongo.
Entramos en una zona más adelantada económicamente hablando. El paisaje lo siguen conformando bosque bajo y unos arcenes anchísimos que parecen segados a propósito y donde un par de veces vemos algún facóquero comiendo al lado de la carretera. Yo no dejo de mirar a lo lejos por si de nuevo  a algún antílope se le ocurre pasar de repente pero solo veo los omnipresentes termiteros de más de tres metros de alto.

Por primera vez el cielo está algo nublado pero no parece que vaya a llover. De hecho nos dicen que no ha llovido en dos años.

Sobre las 9:30 entramos en el distrito de Grootfontein. Una carretera asfaltada y provista de cámaras de estilo alemán (foto por delante) nos lleva hasta Tsumed no antes de repostar en Otavi y pasar por un taller para hacer una apañín a nuestro todoterreno que quedó un poco dañado por delante, en la zona del copiloto. Por tres euros nos lo arreglan provisionalmente y proseguimos con la ruta.

Son las 11 de la mañana cuando pasamos la barrera de los 3000 kilómetros.
A las 11,30 llegamos a Tsumed donde aprovechamos que hay wifi en una especie de hostal para tomar unos zumos y descansar.

Tsumed es una población bastante grande donde echamos un vistazo a un centro artístico que trabaja con los bosquimanos llamado Tsumeb Arts&craft centre.
En dirección Grootfontein se puede visitar y así lo hacemos el meteorito más grande del mundo.

Por la D2860 salimos de nuevo a la B8 que se dirije a Rundu.
Antes de llegar a la mitad llegamos hasta el Mururari camp donde a las cinco ya estamos hacienda la cena. Macarrones con bonito y unas salchichas.

El Mururani camp es un camping sencillo pero estamos nosotros solos y por el precio que nos ha costado tampoco podemos pedir demasiado. Parece que hay algún mosquito pero los dueños rocían con insecticida para que no nos piquen. Un detalle.
La primera vez que pisamos yerba verde desde que salimos de casa. Es el jardín de la casa que los dueños nos dejan acampar encima.

La gente aquí se rige por la luz del día más que por el horario. Trabajan desde que amanece hasta que anochece para aprovechar la luz. Abrir la tienda del camping a las siete le parece tarde y, aunque sea invierno, abren a las seis y media.
Sábado 20

Ngepi camp


Después de una noche aciaga en el Mururari durante la cual no hemos dormido nada gracias a la fiesta que han montado los animales domésticos de este sitio nos vamos sobre las 7:20 hacia Divundu cerca del cual se encuentra el Ngepi donde nos quedaremos a dormir. A ver si hay suerte y los animalitos nos dejan dormir.

Nada más salir pasamos un control de policía. La primera vez que nos piden el carnet de conducir. Más tarde, esta mañana, lo volverán a pedir. La policía es tan agradable como el resto de la gente. Su saludo es: buenos días ¿que tal está? Y nos preguntan por el abollón. A estas alturas hasta el de la gasolinera sabe que hemos atropellado un Kudu y nos pregunta si lo llevamos dentro del coche para cocinarlo después.

La carretera hacia Rundu está salpicada a los lados por aldeas hechas a base de chabolas de paja o de hojalata cercadas con una empalizada. A ratos se ven expuestas al lado de la carretera cerámica o tallas de madera.

Hay muchísimas aldeas y mucha gente andando de pueblo en pueblo; muchas personas acarreando agua y otras muchas más elegantes como si fuesen a una fiesta.

A la 9 estamos en Rundu donde volvemos a llenar el depósito y a las 12 llegamos a Divundu donde hacemos una compra de comida en el super e intentamos buscar una farmacia sin éxito.
En Divundu una mujer nos acompaña hasta la misma puerta de la consulta médica pero yo solo quería una farmacia y eso parece que es raro por aquí. De todas formas la gente aquí es muy amable y están dispuestos a echarte una mano enseguida.

Las ciudades no parecen interés turístico ninguno por aquí. El plato fuerte es el Kavango en Namibia o el Okavango en Bostwuana.

Ngepi Camp está a 14 kilómetros de Divundu de lo que casi cinco son por pista de arena.

Hay mosquitos pero con el spray antimosquitos y la mosquitera espero que podamos esquivarles.
En este camping llevan hora sudafricana por lo que tenemos que adelantar el reloj una hora.
El camping Ngepi es un pequeño paraíso rodeado de bosque a la orilla del río Kavango. No falta lo esencial y tiene wifi libre. Lo que nos ha venido muy bien para poder cambiar de planes.

Son las 17:30 cuando Mariví prepara la merienda cena a base de espaguetis.

Domingo 21

Esto es dormir en la selva. Aunque hemos oído a los elefantes, hipos y algún que otro pájaro nada que ver con el ruido de los burros, gallos y otros bichos del camping Mururani.

Esta mañana la dedicamos a explorar el parque nacional Bwabwala que en muchos sentidos nos ha gustado más que el Etosha. Nos han cobrado 9 euros por los tres y el coche. Por supuesto es mucho más pequeño y no hemos visto elefantes ni leopardos pero hemos visto hipopótamos, facóqueros y familias completas de avestruces con sus polluelos que son del tamaño de una gallina. Además hay baobab gigantes, árboles grandes y se recorre mejor al ser más pequeño por supuesto sin desmerecer para nada el inmenso Etosha park.

Hemos decidido variar la ruta sobre  la marcha e ir hacia Maun para poder sobrevolar el Okavango y quitar la espinita que se le había clavado al chofer.
Así que el camping siguiente será el Old bridge backpakers después de haber anulado el Mavunge que no estaba pagado.

El okabango desde aquí puedes surcarlos en barquito o en mocoro que es una canoa local totalmente artesana. Hemos escogido la primera opción porque así nos lo han recomendado en recepción.

La excursión no defrauda ya que las vistas son preciosas sin contar con una puesta de sol de película.


Lunes 22

A las 6:15 (en este camping las 7:15) ya estamos haciendo el Chekout pero aún no han abierto la cocina para tomarnos un café.
Hoy tenemos un largo recorrido hasta Maun donde esperamos ver el delta del Okabango desde el aire.
A las 7:45 cruzamos la puerta del Bwabwana Park. Son 16 kilómetros de parque hasta la A35 y a las 8:30 llegamos a la frontera con Botswana. Cruzamos por Mohembo y un cuarto de hora después entramos en el nuevo país. Nos cobran 140 Pulas (once euros y medio)por cruzar con el coche.
Nos costó un poco de tiempo rellenar los papeles para que nos devuelvan las tasas de la cámara pero al final lo conseguimos.

Ya de entrada nos sorprende un poco el hecho de que parece más pobre que Namibia. La carretera aunque es una nacional es estrecha y está mucho peor asfaltada y está llena de parches y abolladuras.
Está claro que la población trabaja agricultura o ganadería de subsistencia. Nunca he visto más burros (de cuatro patas) por kilómetro lineal en mi vida.
Llenamos el depósito en Shakawe. Aquí la gasolina está a 0,62 euros el litro.
La gente se mueve con una tranquilidad pasmosa. Eso sí siempre con una sonrisa y con una amabilidad a la que no estamos acostumbrados (nos guste o no) Los empleados de las gasolineras por ejemplo te limpian todos los cristales del coche bromean contigo, te dan la mano y te desean buen viaje, no piden propina, es que son así.

Las prisas por llegar a tiempo al aeródromo nos hace correr un poco más de la cuenta con lo que en Gumare nos ponen una multa con razón. Eso sí con una sonrisa mientras la policía bromeaba con Ieltxu. 600 pulas del ala. (Unos 50 euros).

El paisaje esta formado por bosque en terreno arenoso semidesértico. Salvo algún todoterreno el tráfico es escaso pero sigue siendo un peligro loa animales domésticos a la orilla de la carretera.
Sobre las dos pasamos por el poblado de Toteng y media hora después llegamos a Maun a tiempo de sobrevolar el delta del Okavango.

Puede parecer un lujo pero sobrevolar el delta en una avioneta no es muy caro (90 euros por persona) y te permite hacerte una idea de cómo es esta parte de Africa. Si no sería imposible.

El delta del Okavango es un caso poco usual de delta, en el sentido de que este río no desemboca en el mar. En realidad, no se trata de un verdadero delta fluvial, sino de un abanico aluvial o cono de deyección muy grande, que se produce donde el río Okavango desagua en una llanura prácticamente endorreica con un clima mucho más seco que en sus cabeceras.
El delta cubre una superficie de entre 15.000 km² y 22.000 km² durante las crecidas, se encuentra en el norte de Botsuana, en la región de Ngamiland, con capital en Maun, a 942 m de altitud. Recibe agua del río Okavango; éste nace en Angola y atraviesa la franja de Caprivi (Namibia) para llegar a este delta donde se dispersa en el desierto del Kalahari.
En el delta del Okavango existe la única población de leones nadadores; éstos se ven forzados a entrar en el agua, que durante las crecidas llega a cubrir el 70% de su territorio, para cazar antílopes como los impalas.
Geológicamente el río Okavango al llegar a Botsuana serpentea entre dos fallas geológicas y acaba desbordándose y creando una extensa llanura anegada. Es absorbido por el desierto Kalahari y se desconoce dónde terminan sus aguas.
En 2014, la Unesco eligió el delta del Okavango como Patrimonio de la Humanidad.1

Empleamos el tiempo en Maun en hacer algunas compras en el super y en cambiar los dólares namibios que nos sobraron en una oficina de cambio de la ciudad ya que en el aeropuerto no nos lo hacían.

Al final nos quedamos en el Maun rest camp. Un camping muy bien acondicionado y muy barato (17 euros por persona y noche).

Barbacoa para cenar y a dormir



Martes 23 de agosto

Hoy nos levantamos con una sorpresa: Nos han robado la matrícula delantera.
Pues nada. Vamos a la policía de Maun a poner una denuncia no sea que nos vayan a pedir explicaciones como realmente sucedió en varias ocasiones. Despues de hacer jurar a Ieltxu que dice toda la verdad con la mano levantada, la agente nos da un papel sellado de cómo hemos denunciado el asunto. Curiosamente no nos piden ni los papeles del coche, ni apuntan la matrícula ni se guardan ninguna copia de la denuncia para la policía.  Qué más da.

Dejamos el camping Maun Rest Camp; un camping bastante económico (17 euros los tres y el coche), tranquilo y limpio.

Es habitual pasar varios controles de higiene donde mojan las ruedas y los zapatos de la gente, me imagino con alguna sustancia desinfectante. Creo que es para que no entren gérmenes que puedan dañar la fauna salvaje.

Cruzamos varias reservas forestales donde es común ver cebras, jirafas, avestruces y pequeños antílopes. En la última una familia de elefantes cruzó la carretera delante de nosotros.

Otro control de radar pero esta vez no caemos. Son radares móviles manejado por un agente que se aposta camuflado al lado de la carretera. Sencillo pero efectivo.

A los lados el ya conocido bosquecillo en un arenal semidesértico con alguna aldea de ganaderos trashumantes. No vimos lo que entendemos por cultivos hasta bastante más adelante cerca de la frontera con Chobe. Eran áreas enormes cultivadas con lo que parece maíz o algún cereal pero aun me queda sin explicar que clase de cultivo puede crecer sin apenas agua o sino como consiguen agua para tanta extensión si aquí apenas llueve.

Llegamos a Nata sobre las 12:40 donde llenamos el depósito, comemos algo en un selfservice por 4 euros: arroz, pollo y unos refrescos.
La A 33 enfila ahora hacia el norte atravesando varias reservas naturales que forman parte del parque Chobe.

Al fin después de 602 kilómetros llegamos al camping situado un kilómetro fuera de la carretera y al lado de una charca donde acuden a beber los animales.
“Nosotros somos gente honesta pero los monos no” reza un cartel en recepción avisando de que no dejemos nada fuera del coche por la noche.
Este camping desafía la pericia del chofer con el 4x4 ya que para acceder a él es necesario saber conducir bien por arena.

Hoy toca champiñones con espaguetis y bonito.
Espero que no nos ataquen mucho los mosquitos.

Miercoles 24 de Agosto

Camping Senyati safari camp

El objetivo para hoy es el parque Chobe.
Asi pues salimos del Camping senyati y nos dirigimos hacia Kasane. Cerca de esta ciudad hay  una puerta de entrada al parque.
El parque es interesante pero no más de lo que hemos visto hasta ahora. Hay que decir que es necesario 4x4 en casi toda la zona y no poca pericia.
De hecho el percance de hoy ha consistido en quedarnos atrapados en la arena. De no ser por un guía experimentado igual todavía seguimos allí.

A la salida recompensamos al coche con un buen lavado (70 pulas) y al chofer con una pizza en una pizzería de Kasane.

Jueves 25 de agosto de 2016


VICTORIA FALLS

Vamos quemando etapas. Se acerca el fin del viaje y hoy toca cambiar de país.

Son ya las 9:10 minutos cuando llegamos a la frontera con Zimbabwe.
Si no es por la frontera parecería que no hemos cambiado de país. El paisaje es el mismo. Bosque bajo encima de terreno arenoso y herbáceo quizás algo más frondoso que antes.

Ante la imposibilidad de gestionar los billetes de vuelta a Johannesburgo en el aeropuerto nos dirigimos a Victoria Falls donde lo conseguimos sin mayor problema.

Rápidamente constatamos que las cataratas son un chollo para el gobierno de este país y para sus funcionarios. Nos cobran 90 euros por el coche en metálico y curiosamente 30 más por el coche esta vez con la tarjeta de crédito cuando en las demás fronteras nos cobraron 12 euros escasos por todo.

Independientemente de su interés turístico, Victoria Fall está montado expresamente para sacar dinero a los viajeros. Todo se paga en dólares y el precio de las cosas es tan caro o más que en Europa. La moneda anterior del país ha dejado de funcionar.
La entrada a las cataratas cuesta 30 dólares por persona.

La policía está a la expectativa para ver si te saltas alguna ley o incluso si llevas el vehículo sucio.
La mordida no se hace esperar. Nos paran el coche y dicen que hemos hecho un ceda el paso en vez de un stop y además nos quieren multar por tener un golpe el coche.
Después de enseñar papeles y el sello de la policía de Bosbwana se conforman con 20 euros y nos dejan en paz.

Culturalmente las cataratas victoria es un sitio muy interesante. Están en el río Zambeze en la frontera con Zambia. Fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco en el 1989.
Su altura total son de 108 metros. Su tamaño es el doble que el de la cataratas del Niágara.
En esta época las hemos encontrado bastante secas ya que el máximo de agua parece que es en abril. Aun así son un gran espectáculo digno de admirar.

Una vez visitado las cataratas y después el super para comprar la comida nos dirigimos al sitio donde nos vamos a alojar esta última noche, el Victoria Fall Backpackers, un sitio para mochileros con bastante buena pinta. Un remanso de paz a salvo del bullicio turístico.

Nos despedimos del 4x4 que tan buen compañero ha sido y nos disponemos a descansar lo que queda del tiempo antes de volar a Johannesburgo y después a casa.
Se acabaron las vacaciones.




El bloguero gruñón:

Hoy no tengo ganas de gruñir porque los demás han gruñido más que yo en la aduana, en las cataratas, con la policía y hasta en el súper.

                                      …………………………………………………


Una inolvidable experiencia

Viajar es vivir dos veces dicen algunos.
Pero cuando el viaje es dejado al azar, en no pocas ocasiones, aunque lo lleves todo lo mejor planificado posible, se trasforma en aventura. Y la aventura no es para todos.

Para hacer un viaje así tienes que estar preparado para lo mejor y también para cualquier sorpresa desagradable que te pueda venir.
Un accidente inesperado puede dar al traste con todo el plan y terminar con el viaje antes de empezar.

Un componente del equipo se cae, un antílope se cruza inesperadamente delante del vehículo, una piedra lanzada por otro coche puede romper tu parabrisas, una enfermedad, el frío, el calor, etc pueden poner a prueba el éxito del plan.

Cada componente debe poner de su parte para que las vacaciones planeadas de esta forma resulten plenamente positivas y yo creo que lo hemos conseguido.

¡PRUEBA SUPERADA!
                             

Quiero dar las gracias a todos aquellos que han seguido nuestra pequeña aventura en el blog y por wasap  y los mensajes de ánimo que nos han mandado.

Un fuerte abrazo a todos.


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