Un día en Africa
11 de Agosto 2016
La noche ha sido durilla. A los sonidos naturales del medio como las pisadas del Orix y a los gritos de las hienas, pájaros y no se sabe que bichos, se une el frío de la noche desértica. Nos levantamos un poco antes de amanecer , desayunamos , recogemos las tiendas y nos dirigimos hacia Sossusblei. Es un inmenso mar de arena con unas dunas enormes de 200 y 300 metros de altura. Para llegar hasta allí atravesamos la zona de Sesriem después de presentar al guarda el permiso que hemos sacado el día anterior. Nuestro primer contacto con la arena se produce en la duna de Elim, una duna parabólica de arena roja con algo de vegetación y unas hormigas enormes. Estamos solos. Impactante.
Nota: Se llaman parabólicas no porque tengan una antena arriba, je , je, sino por la forma y porque apenas se mueven.
Antes de llegar a las dunas salimos del coche para dar un paseo hasta unos árboles secos en la lejanía justo debajo de las dunas. El suelo es como si estuviésemos en un planeta desconocido con unas piedras negras a las que la erosión ha grabado unos bonitos dibujos.
Seguimos hacia la duna 45 pero nos llama la atención la duna 40 y nos paramos aquí. Ieltxu y Mariví intentan una ascensión pero desisten hacia la mitad. Luego vimos que la duna 40 es tan alta y bonita como la 45 . La 45 estaba a tope de gente y en la 40 estábamos solos. Proseguimos el viaje hasta Dead Vlei donde realmente empieza el verdadero disfrute de Ieltxu, el conductor implacable. Pone la máquina a tope y atraviesa la zona de arena que hay entre el aparcamiento y el final del trayecto, apto solo para expertos en 4x4, dejando atrás a un vehículo atrapado por la arena. El último recorrido hasta Dead vlei es a pie entre una especie de niebla formada por arena y viento al más puro estilo de Laurence de Arabia. Dead Vlei significa salar muerto y, efectivamente, hace honor al nombre porque parece que no hay allí vida en absoluto. La única vida que se ve es la nuestra, que amenaza con desaparecer si no volvemos pronto al coche tras una marcha de seis kilómetros ida y vuelta. A nuestra logista le abandonan las fuerzas pero como no le queda más remedio tiene que seguir adelante hasta donde espera nuestra supermáquina 4x4. Nuestro chófer lo pone de nuevo en marcha y nos saca de aquel sitio de muerte y desolación aunque de una sobrecogedora belleza.
Una cosa rara que vimos y que en las guías no pone, son los “círculos de las hadas”, unos cercos de plantas que florecen una vez al año y que son un misterio ya que no se ha descubierto porqué se forman.
Regresamos al camping . Barbacoa a la luz de la luna y de la Cruz del sur. y… a mirar las estrellas. Esto es Africa.
No
me voy a extender sobre este país pues ya está la wiki para eso. Solo decir que
Namibia es una república que limita al sur con Sudáfrica, al este con Bostwana
y al norte y noreste con Angola y Zambia. Ah, se me olvidaba, al Oeste el
océano Atlántico baña la costa de los esqueletos, esqueletos de barcos que se
atrevieron a acercarse a esas costas y naufragaron quedándose allí para
siempre.
Su
desierto es el más antiguo del mundo y su aridez disuadió a los portugueses de
colonizar el país en el siglo XV.
Los
alemanes lo hicieron en 1840 y al perder la guerra de 1914 lo tuvieron que
abandonar.
Después
de guerras y atrocidades cometidas contra su pueblo por unos y por otros,
actualmente parece una nación tranquila que esperamos poder visitar.
Si
queréis información sobre su historia esta es una buena página:
VIAJEROS
Tres,
solo tres, forman el grupo de aventureros:
Ieltxu,
el responsable, conductor, interprete, logista, etc., etc., del grupo. Este
viaje no sería posible sin él.
Mariví,
logista, patrocinadora y animadora incondicional.
Luismi,
un servidor, cronista del grupo y seguidor incondicional de los dos anteriores
aun cuando tiene miedo a que le coma un león.
No
ha sido posible que viniesen este año los compañeros de otros viajes
anteriores, ¡Que le vamos a hacer!
El VEHICULO
Hemos
decidido que vamos a viajar sin conductor. Un vehículo todo terreno se impone
en esta desértica nación y aunque nunca hemos conducido ninguno formará parte
de nuestra aventura.
El
vehículo es un 4x4 Toyota Hilux totalmente equipado para cuatro personas.
A la izquierda,Ieltxu revisando el coche
El
alquiler del vehículo incluye :
cocina
de gas
lampara
de gas
2
bombonas de repuesto
una
nevera
2
cazuelas nº 10 y nº 2
4
sillas de camping
mesa
de camping
depósito
de agua
caja
de almacenaje
compresor
de aire
caja
de herramientas
cinta
para remolque
Pala
2
ruedas de repuesto
batería
de repuesto
extintor
maletín
de primeros auxilios
2
tiendas de campaña
1
barra portadora de carga
1
bastidor para vehículos
sacos
de dormir
almohadas
fundas
de almohadas
toallas
de mano
toallas
de baño
|
Caja de pic nic
4 cuencos postre
4 platos
4 tazas
azúcar y sal
4 tenedores
4 cuchillos
4 cucharas
4 cucharillas
2 pimenteros
2 recipientes
4 vasos de vino
1 cuchillo de cocina
sacacorchos
caja para cubiertos
mantel
|
Cocina de camping
Tazón
Tetera
utensilios barbacoa
cuchillo de pan
cuchillo carne
cuchillo normal
hervidor de huevos
cuchara de madera
cazuela
recipiente sal/pimienta
recipiente de azúcar
recipiente leche
abrelatas
agarrador de ollas
paño de cocina
tablero de pan
parrilla
patas para la parrilla
pinzas para barbacoa
|
EL
VIAJE
DIA
1
Sabado 6 de Agosto
Bilbao
18:50
Frankfurt
21:00
Frankfurt
22:15
Johanesburgo
08:40 (7 de Agosto)
DIA 2
Domingo 7 de Agosto
Johanesburgo
Hotel
: Dove's Nest Guest House
Salida
8 de Agosto
DIA 3
Lunes 8 de Agosto
Vuelo
a Windhoek
Johannesburgo
12:00
Windhoek
13:00
Hotel:
Rivendell
Direccion:
40 Beethoven Street, 00100 Windhoek, Namibia
Salida:
9 de Agosto
Alquiler
del todoterreno en Namibia 4x4 Hire ( nº 10 Oryx Street )
DIA 4
Martes 9 de Agosto
Camping:
Sossus Oasis Campsite
Dirección:
Sesriem Farm, Maltahohe District
Salida:
11 de Agosto
DIAS 5 y 6
Martes, Miercoles 9 y 10 de
Agosto
Desfiladero
de Sesriem-Sesriem Canyon
Duna
45
Dead
Vlei
Sosusvlei
Namib
DIA
7
Jueves: 11 de Agosto
Hotel:
La Casetta Bed & Breakfast
Dirección:
9 Komoran Street, 9000 Swakopmund, Namibia
Salida:
12 de Agosto
Avioneta
( Viernes 12 de agosto)
Skeletton
Coast
Cape
Cross
DIA
8
Viernes : 12 de Agosto
Camping:
Spitskoppe Restcamp
Dirección:
Logufa PO Box 8061. Tel++264-64-464144
Salida:
13 de Agosto
Petroglifos
tribus
herero
santuario
bosquimano
bosque
petrificado
DIAS
9 y 10
Sabado 13 y Domingo 14 de
Agosto
Hotel:
Palmwag Lodge&Campsite
Dirección:
Swakopmund.Namibia P.O. Box 2528. Tel: +264 (0)64 403096
Salida:
15 de Agosto
Rhino
Tracking (día completo)
DIAS
10 y 11
Lunes 15 y Martes 16 de
Agosto
Camping:
Omarunga lodge&Campsite
Dirección:
Swakopmund-Namibia P.O. Box 2528. Tel: +264(0)64403096
Salida:
17 de Agosto
Poblados
Himba
Cocodrilos
Puesta
de sol
DIAS
12 y 13
Miercoles 17 y Jueves 18 de
Agosto
Hotel:
Mopane Village Etosha
Dirección:
Kai-Koro Reservations Ansonet Knoetze P.O. Box 3366, Vineta, Swakopmund
Namibia.
Tel: +264 64 461677
Salida:
19 de Agosto
Safari
todo el día
DIA
14
Viernes 19 de Agosto
Camping:
Mururani Camping
Situación:
En la B8 a mitad del camino en Grootfontein y Rundu cerca de la valla de
veterinaria a 130 Km al noreste de Grootfontein
Salida
20 de Agosto
Veinticuatro
kilómetros al Oeste de Grootfontein está el enorme meteorito Hoba.
DIAS
15 Y 16
Sabado 20 y domingo 21 de
Agosto
Hotel:
Ngepi Camp
Dirección
P.O. Box 5140 Divundu Namibia Tel: +264(0) 66259903
Salida
22 de Agosto
DIA
17
Lunes 22 de Agosto
Camping:
Maun Rest Camp
Maun
(Bosbwana)
DIAS
18 y 19
Martes 23 y Miercoles 24 de
Agosto
Hotel:
Senyati Safari Camp
Dirección:
Lesoma Valley, Kasane Tel: +00267 71881306
Salida:
25 de Agosto
DIA
20
Jueves 25
Hotel:
Victoria Fall Backpackers, Victoria Falls
Dirección:
357 Gibson Road, Victoria Falls Zimbabue Tel: 263(13) 42209
Salida
26 de Agosto
Cataratas
Victoria
DIA
21
Viernes 26
Victoria Falls Airport
- Tasas de salida: 30
US $
- Situación: A 18 km al sur de Victoria Falls, cerca de las Cataratas Victoria
- Situación: A 18 km al sur de Victoria Falls, cerca de las Cataratas Victoria
Vuelo
a Johanesburgo
código
de vuelo MDVLHO
Victoria
Falls 11:00
Johanesburgo
13:45
Johansburgo:
19:10
Bilbao:
18:05 el sábado 27 de Agosto
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6 de Agosto, sábado
El
vuelo trascurre con total normalidad entre Bilbao y Frankfurt asi como entre
esta ciudad y Johanesbrgo y dentro de las horas previstas.
El
Airbus 747 recorre la distancia que nos separa de la ciudad sudafricana en ocho
horas.
La
comida en el avión no está mal para ser de avión y el vuelo pasa a formar parte
sin problemas de nuestras vacaciones.
7 de Agosto, domingo
Son
las seis de la mañana y una bonita luz roja se asoma por el horizonte.
La
tierra se hace visible . Un río enorme serpentea allá abajo dibujando unos
grandes meandros cuando un sol rojo nos obliga a bajar la ventanilla del avión.
Es el río Zambeze. De nuevo estamos en Africa.
Después
de un rápido control de aduana llegamos a la muy recomendable casa de
huéspedes Dove´s Nest donde nos proporcionan un guía local para visitar la
ciudad.
El recorrido comienza con la visita a las
cuevas de Sterkfontein distantes 65 kilómetros de la ciudad, patrimonio
de la humanidad donde se encontraron restos de los primeros homínidos. Una
visita muy interesante para los amantes de la prehistoria.
Soweto
es un barrio de dos millones de almas donde el plato fuerte es la pequeña y
austera casa de Nelson Mandela donde hace tan solo treinta años masacraron
a más seiscientos universitarios que protestaban contra el Apartheid y que
ahora llama la atención porque esa zona se ha convertido en lugar de
moda para la gente adinerada que vuelve al barrio de su niñez a pasar el
domingo.
La
ciudad de Johanesburgo podría pasar por una ciudad europea sino fuera por
los muros y alambradas electrificadas que rodean las urbanizaciones y las casas
comenzando por nuestro pequeño hotel y por la ausencia de iluminación en
prácticamente toda la ciudad.
Aun
así nos dicen que la criminalidad ha descendido mucho en los últimos años.
Gastos:
Cuevas:……………………………………………… 415
Casa
museo Soweto……………………….………... 180
Restaurante
cervecería Sakhumzi Soweto…………... 603
Hotel
Dove´s……………………………………….. 1202
Guia
por la ciudad…………5300+200(gasolina)…..5500
Total……………………………………………..
8 de Agosto, Lunes
Protegidos
por la valla electrificada pasamos una buena noche en este pequeño hotel de
aeropuerto.
Un
buen desayuno a base de huevos, bacón frito, tostadas, café con leche y
cereales es imprescindible antes de dejar la famosa ciudad del Apartheid.
El
tiempo es bueno, más bien fresquito por la mañana y el cielo está despejado.
Un
Boeing 737-800 con nosotros dentro despega hacia Windhoek. Son las 12,20.
El
hombre del alquiler de coches ya nos está esperando pero antes de marchar
cambiamos dinero en la caja y en la oficina de cambio. Por cierto que ya nos
dan el primer timo. Entre los billetes de 100 dolares namibios había uno de 50
Rand sudafricanos. ¿Habrá sido un despiste de la funcionaria? Todos opinamos
que no.
Recomendación:
revisar los billetes antes de marchar.
La
capital de Namibia no es muy grande. Algo así como tres veces Barakaldo.
Su
aeropuerto Hosea Kutako dista 40 km. del centro y a eso de la mitad nos
detenemos a recoger el 4x4.
Marivi
tiene un pequeño percance y rompe la cámara con lo que mañana esperamos comprar
otra ya que no se puede empezar un safari fotográfico sin cámara de fotos.
El
hotel rivendel es muy bonito como una casa grande con una piscina en el jardín.
Dista diez minutos a pie del centro con lo que nos acercamos dando un paseo.
Windhoek
no es que sea una belleza de ciudad pero, como nunca habíamos estado en ella
pues ya es suficiente, dado que además es la capital de la nación.
Para
celebrar nuestro aniversario que es hoy y de paso que estamos de vacaciones nos
cenamos unas pizzas
Hoy
tenemos luna creciente y para que lo sepáis crece al revés que en el hemisferio
norte o sea cuando tiene forma de “C” crece como su inicial indica como debe
ser .
Despues,
dado que está bastante oscuro y estamos un poco alejados del hotel pillamos un
taxi por dos euros.
9 de Agosto, Martes
Amanece
en Rivendell. Hace fresquito. Ni una nube. No es el país de los elfos, no. Es
el nombre de nuestro hotel. El gato negro al que llaman Frodo ya me está
esperando a la salida de la habitación. Menos mal que no creo que los gatos
negros den mala suerte.
Son
las seis y media y como es de día ya, salgo a la calle para no molestar demasiado
mientras escribo el diario.
El
toyota Hilux, matrícula N 173-319W nos espera pero antes habrá que asearse un
poco y desayunar.
Después
de un buen desayuno y aprovisionamiento para la cena salimos hacia las ocho en
busca de una cámara de afotar hasta el centro de windoek cosa que conseguimos
una vez dejado el coche a buen recaudo vigilado por una joven dispuesta para
ello.
Son
ya las 9 de la mañana cuando salimos en dirección a Reobath distante 80 km.
Justo
pasado Reobath la carretera de asfalto se trasforma en una pista de tierra y
arena con un paisaje que va perdiendo poco a poco vegetación y convirtiéndose
en un terreno árido donde los haya, casi marciano.
El
Toyota devora kilómetros de pista a una media de 90 por hora como si de una
autoban se tratara.
El
conductor va feliz cumpliendo uno de sus sueños: conducir un todoterreno por el
desierto.
Pasamos
por Klein Aub a las 11,15. Torrentes secos atraviesan la carretera.
La
vegetación ya es inexistente y de vez en cuando encontramos granjas con cabras
y alguna vaca.
Son
las 12 cunado después de 231 kilometros llegamos a una desviación a
solitaire poblado por el que pasaremos
de camino a Swakomund pasado mañana.
Por
el camino nos encontramos con babuinos, facóqueros, y hasta un Orix muerto a la
orilla de la pista.
A
las 12,08 giramos a la izquierda por la
D-854 y a las 13,30 cojemos un desvío por la C27 hasta Sossus Oasis Camp donde
llegamos a las 13,45.
En
total hemos recorrido 378,6 en 4 horas 45 minutos desde Windhoek hasta Sossus
en Sesriem.
Lo
primero que hacemos es recabar información en recepción donde hay una tienda,
una gasolinera y una cafetería.
Visitamos
el cañón de Sesriem (introducir
información)
A
la vuelta montamos las tiendas donde, una vez más se demuestra nuestra pericia.
Del
camping os diré que yo no pediría más a un alojamiento en el desierto. Tiene
ducha de agua caliente, fregadero, lavabo, aseo , todo para nuestro uso
exclusivo y una piscina pequeña rodeada del único césped a un montón de
kilómetros a la redonda.
Después
de cenar y darnos una duchita nos sentamos a relajarnos y a escribir estas
líneas. Son las 18:30 y es de noche ciego. Ieltxu y Marivi se ponen a intentar descifrar
que estrellas están en estas latitudes.
A
pesar de que una creciente luna domina el cielo podemos ver claramente la Cruz
del Sur, Mercurio, Venus, Jupiter, Marte, Saturno y Plutón además de Vega,
Arturus, Antares, etc, etc.
En
esto ocupamos las horas finales de nuestra jornada.
Hasta
mañana.
El bloguero gruñón:
No
me puedo quejar porque esperaba que el camino fuera peor aunque el paisaje no
me recuerda para nada ni a Somiedo ni a Pirineos, ¡¡¡Mecagüen!!!
10 de Agosto. Miercoles.
SOSSUSVLEI
y DEATHVLEI
La
noche ha sido durilla. A lo sonidos naturales del medio como las pisadas del
Orix y los gritos de las hienas, pájaros y no se sabe que bichos se unen el
frío de la noche desértica y mis excursiones nocturnas al baño.
Nos
levantamos un poco antes de amanecer a las 6,30, desayunamos café con leche y
pan con mermelada, recogemos las tiendas y nos dirigimos hacia Sossusblei.
Sossusblei
es un inmenso mar de arena con unas dunas enormes de 200 y 300 metros de
altura.
Para
llegar hasta allí atravesamos la zona de Sesriem después de presentar al guarda
el permiso que hemos sacado el día anterior.
Nuestro
primer contacto con la arena se produce en la duna de Elim, una duna parabólica
de arena roja con algo de vegetación y unas hormigas enormes. Estamos solos.
Impactante.
Nota:
Se llaman parabólicas no porque tengan una antena arriba , je , je, sino porque
tienen esa forma y apenas se mueven por lo que tienen alguna planta aunque no sea la selva de Irati precisamente.
Antes
de llegar a las dunas salimos del coche para dar un paseo hasta unos árboles
secos en la lejanía justo debajo de las dunas. El suelo es como si estuviésemos
en un planeta desconocido con unas piedras negras a las que la erosión grabado
unos bonitos dibujos.
Seguimos
hacia la duna 45 pero nos llama la atención la duna 40 y nos paramos aquí.
Ieltxu y Mariví intentan una ascensión pero desisten hacia la mitad. Luego
vimos que la duna 40 es tan alta y
bonita como la 45 o más. La 45 estaba a tope de gente y en la 40
estabamos solos.
Proseguimos
el viaje hasta Dead Vlei donde realmente empieza el verdadero disfrute de
Ieltxu, el conductor implacable.
Pone
la máquina a tope y atraviesa la zona de arena que hay entre el aparcamiento
primero y el final del trayecto apto solo para expertos en 4x4 dejando atrás a
un vehiculo atrapado por la arena.
El
ultimo recorrido hasta Dead vlei es a
pie entre una especie de niebla formada por arena y viento al más puro estilo
de Laurence de Arabia.
Dead
Vlei significa salar muerto y efectivamente hace honor al nombre porque parece
que no hay allí vida en absoluto. La única vida que se ve es la nuestra que
amenaza con desaparecer si no volvemos pronto al coche tras una marcha de seis
kilómetros ida y vuelta. De hecho a nuestra logista casi le abandonan la
fuerzas pero como no le queda más remedio tiene que seguir adelante hasta donde
espera nuestra supermáquina 4x4.
Nuestro
chofer lo pone de nuevo en marcha y nos saca de aquel sitio de muerte y
desolación aunque de una sobrecogedora belleza.
Una
cosa rara que vimos y que en las guías no pone son los “círculos de las hadas”,
unos cercos de plantas que florecen una vez al año y que son un misterio ya que
no se ha descubierto porqué se forman.
Regresamos
al camping sobre las 13:00 pero antes pasamos por el super para comprar la
comida y la cena que según parece será una barbacoa en Sossus oasis Camp a la
luz de la luna y de la Cruz del sur.
Dicho
y hecho. Hacia las cinco Ieltxu enciende el fuego y para las seis y media ya
estamos cenando cordero, cerdo y salchichas con patatas fritas.
Leche
de postre y… a ver las estrellas.
El
bloguero gruñon:
Aquí
no hay ni una gota de humedad en el aire. La nariz esta tan seca que los mocos
tienen sangre y por la noche no se puede respirar. Además los chacales o las
hienas o lo que demonios sea no paran de hacer ruidos y no nos dejan dormir.
Las
acacias tienen unas espinas tan largas y duras que pueden atravesar el caucho
de una rueda como si fuese mantequilla. ¡¡cuidadin con ellas!!
Subir
a la duna ¡¡cansa que te mueres!! ¡¡ hace un calooor!! ¡¡hay una de
arenaa!! Pensároslo dos veces antes de
intentarlo listillos.
Jueves 11 de Agosto.
SWAKOPMUND
Son
las 6:45 de la mañana cuando después de desayunar y recoger las tiendas
rápidamente salimos del camping Sossus Oasis camp en medio de una densa niebla
que poco a poco se va disipando hasta que a los diez minutos tomamos La C19
hacia Solitaire .
Recorremos
el Parque Namib Naukluft. Al cabo de un
rato una manada de cebras posa para que le hagamos unas fotos.
A
la 8:15 llegamos a Solitaire que resulta ser un oasis en medio de la nada
adornado con ruinas de coches y máquinas antiguas.
Hay
un Lodge, una gasolinera y lo más importante: una estupenda pastelería
cafetería donde descansamos y tomamos un café con unos pasteles estilo alemán.
Se llama Moose Mc Gregors Desert Vaqueri.
Después
de llenar el depósito (el del coche y el nuestro) emprendemos la marcha hacia
Swakopmund a cuyo distrito entramos sobre las 10:20.
El
itinerario atraviesa un paisaje lunar. Neumaticos repartidos a los dos lados de
la carretera nos indican que no es un camino de rosas precisamente. De hecho ha
aparecido una pequeña grieta en el parabrisas que esperamos no vaya a más.
A
las 12:10 llegamos a Belvis Blei a 33 km de Swakop y un poco más tarde a través
de la B2 entramos en una curiosa ciudad.
Swakopmund
es como una ciudad alemana con tejados para la nieve (me meo de la risa) y todo
a orillas del atlántico solo que con palmeras y una playa tan larga que ya la
quisieran los de Laredo, ja,ja.
Por
supuesto el desierto está aquí al lado por lo que no se si la playa es el
desierto que llega hasta el océano o es la playa separada del desierto por la
carretera y las casas.
A
las 13 Horas llegamos al hotel La Casetta. Un hotelito pequeño como una casa
pero con una habitación preciosa y grande de estilo colonial que le inspira a
Mariví. Ambiente familiar y trato agradable.
Ieltxu
nos tiene preparado un más que interesante recorrido por el desierto de
Swakopmund. Tambien lo llaman el Namib pero este desierto es muchísimo más
joven. Solo tiene 60 años y está formado con arena traída por el viento desde
sudafrica; por eso es de color amarillo en vez de roja como el Namib.
El
desierto es precioso con sus formas onduladas y con sus colores que varían
según avanza el día.
La
excursión la llaman “los cinco pequeños” como para imitar a “los cincos
grandes” que se ven en Kenya. En realidad son algunos más. Digamos que es una
demostración de que en el desierto también hay vida.
LOS
CINCO PEQUEÑOS
Jon
es un hombre experto en descubrir lo que se esconde bajo las arenas del
desierto. Estudia las huellas dejadas en la arena y así sabe lo hay debajo
Estos
son los pequeños que hemos visto:
El
Geco del desierto. Tiene patas palmeadas para escarbar y se esconde para salir
de noche. Sus enemigos son las gaviotas y los chacales.
La
araña bailarina. Cuando la echas arena mueve las patas. Es blanca. Su veneno te
deja ciego durante tres días.
La
víbora del desierto. Come roedores, es nocturna y bastante venenosa aunque no
mortal.
El
lagarto ciego. Es un extraño lagarto sin patas y ciego que se esconde en la
arena. Se parece más a una culebrilla que a un lagarto.
El
lagarto del Namib o Meroles. Es un pequeño lagarto muy agresivo que te muerde y
se queda colgando del dedo.
La
víbora cornuda. Tiene como unos cuernos en el hocico y su picadura es bastante
grave.
Regresamos
al hotel para las cinco de la tarde.
Viernes 12 de Agosto.
CAPE
CROSS Y SPITZKOPPE
A
las 7:30 un desayuno perfecto que nos preparan los dueños de la casa nos espera
en la mesa.
Sobre
las 9 llenamos el deposito del coche y después de dar un paseo por Swapkomund
que tiene poco que ver nos vamos de excursión a través del Namib hasta la costa
de los esqueletos ¿andando?, noooo. En una avioneta preparada para nosotros
tres.
Las
vistas del namib desde el avión volando a baja altura es impresionante.
Alucinando con las formas y colores de las dunas del desierto más viejo del
mundo llegamos hasta la costa de los
esqueletos llamada así en honor de los cascarones de los barcos encallados en la
arena de esta costa mortal. Si algún marino pensó que estaba salvado al tocar
tierra erraba de lleno. Una barrera de arena separa el mar de más…arena: el
inmenso desierto.
Despues
de la excursión de más o menos hora y media a eso de las 12 nos dirigimos a
Cape Cross.
La
carretera de tierra apisonada no está mal
y siguiendo la costa de los esqueletos en dirección Henties Bay por la
carretera de la sal llegamos a eso de las 13:10 a una colonia de focas.
Las
focas se amontonan unas al lado de otras despidiendo un olor penetrante a pesar
de que se bañan continuamente en las aguas del océano.
A
pesar de lo interesante del lugar no podemos estar allí demasiado tiempo y un
poco más tarde enfilamos hacia Spitzkoppe.
Spitzkoppe
es una formación de roca granítica de 1718 metros de altura tan impresionante
que lo llaman el Cervino de Africa. Por supuesto el Cervino no tiene nada que
ver con esta montaña aislada en medio del desierto pero por su escarpada
pendiente hasta la cumbre es un paraíso para los escaladores.
En
el parque natural que lo rodea es donde se asienta el Spitzkoppe Rest Camp un
camping ubicado en medio de un extraño e impresinante entorno.
Cerca,
el poblado paupérrimo de Groot Spitzkoppe nos recuerda que a pesar de los
alemanes y de su dinero, esto es Africa.
A
las seis ya casi está anocheciendo y mientras yo escribo estas líneas Ieltxu y
Marivi ya tienen lista la segunda barbacoa del viaje.
¡¡¡Buen
Provecho!!!
Sábado 13 de Agosto
La
primera excursión de hoy es a las 7 de la mañana después de desayunar para ver
unas pinturas realizadas por los bosquimanos cuyo verdadero nombre es “SAM”.
El
guía nos enseña las pinturas y nos habla sobre la vida de esta gente tan
adaptada a este territorio. Para que sirven sus pinturas, como es su lengua, la
planta venenosa que utilizan para cazar.
Después
le acompañamos a ver la clínica y la escuela donde dejamos los cuadernos que
trajimos.
Este
pueblo que vive a las faldas de esta montaña es muy pobre y vive del ganado y
de vender piedras a los turistas. La minería lo llaman ellos.
El
tiempo pasa y es necesario partir hacia Damaraland donde visitamos los
petroglifos de Twyfelfontain y el bosque
petrificado con la welvechias.
El
camino es largo, más de seis horas, y tenemos varias paradas.
La
zona de Damaraland es un extenso semidesierto de arena y piedra donde crece una
muy escasa vegetación y donde solo hemos visto dos avestruces, una familia de
babuinos y dos jirafas y muy de vez en cuando asentamientos de chabolas
probablemente donde hay agua y un molino para sacarla. Increíble que alguien
pueda sobrevivir en este desierto.
Poco
a poco el paisaje se vuelve más benévolo y hasta se ven unos cuantos árboles
pequeños cuyo número va aumentando a medida que nos acercamos al Palmwag lodge
camp site donde llegamos a las 15:40 de la tarde. Los guardas de la puerta,
como en todas partes registran nuestro nombre y matrícula meticulosamente.
Hasta el de la gasolinera apunta la matrícula de nuestro vehículo.
La
cena a base de macarrones entra bien y terminamos a tiempo para escuchar a otro
guía, esta vez el que mañana nos llevará en busca del rinoceronte negro.
Decididamente,
después de cruzarnos con un camión de turistas, nos hemos dado cuenta de que
viajar en todoterreno es la forma de viajar que más nos gusta a nosotros.
Dormir en tienda de campaña, hacernos la comida y comerla al aire libre
mientras ves la puesta de sol. El sentimiento de libertad es total aunque de
vez en cuando nos guste disfrutar de una buena cama.
Kilometros
de hoy: 380 aprox.
Domingo, 14 Palmwag Lodge
Rinotracking.
La
madrugada esta vez es notable. Hemos quedado a las seis con el guía y una
pareja de jóvenes italianos para salir en busca de uno de los bichos más
grandes de Africa.
Partimos
de Palmwag a las seis de la mañana. La temperatura será de unos cero grados
pero el viento hace que la sensación térmica sea de cinco bajos cero o al menos
a mí eso me pareció. Ya en el coche que nos lleva hacia la zona a visitar, el
frío aún se hace más intenso.
La
zona que por supuesto pertenece a Damaraland es el Torra Conservancy un parque
natural de más de 300 metros cuadrados de semidesierto formado por piedras de
naturaleza basáltica y surcado por cauces de ríos sin agua y siete pozas donde
los animales acuden a beber el tan preciado líquido.
No
hay palabras ni fotos que describan el paisaje que vamos viendo durante todo el
camino.
En
el inmenso parque apenas se ven animales pero haberlos áilos. Para eso vamos
acompañados de dos rangers y un guía local que saben cómo encontrarlos. El
objetivo estrella es el rinoceronte negro ya que el blanco esta extinto en esta
zona. Les han cortado los cuernos para evitar la caza furtiva pero son
realmente agresivos y en contra de lo que yo creía ven bien, oyen mejor y
corren a 50 km/hora. Son muy impredecibles y si te atacan estás listo.
No
solo conseguimos ver un rinoceronte sino además una familia de 14 leones,
jirafas, kudus, Oryx, Sprinbok, Steenbok, cebras, Hienas, chacales y un zorro
al que pillamos echando la siesta.
El
gran ausente fue el elefante del que solo vimos sus excrementos.
Tambien
hay en el parque leopardos y guepardos.
La
plantas dominantes en el parque son el árbol Mopane del que los Himbas extraen
un perfume cuyo olor recuerda a la de la resina de nuestros pinos y la planta
de la que extraen el veneno los bosquimanos, llamada Euphorbia damaralensis.
El
terreno es accesible solo con todoterreno y acompañados del guía y de los
rangers.
Comimos
dentro del parque Torra Conservancy y pasamos por las áreas llamadas Big Spring
y Poacis game que es la zona al otro lado de una valla doble donde estaba la
familia de leones.
El
trabajo de los rangers consiste en monitorizar al rinoceronte mantener
actualizado una especie de carnet de identidad de cada uno. Hay unos 40 rinos
en el parque. Si dañas de la forma que sea a uno de ellos la pena es de 20 años
de cárcel.
Comemos a la sombra de un Mopane con mantel y platos
de loza y una comida esplendida que no esperábamos a base de ensalada mixta,
pasta, pollo, embutido, queso y redondo de carne, pan y bebidas como cerveza y
refrescos.
Regresamos
por Big Spring área para llegar al camping a eso de las tres de la tarde.
Ieltxu
hizo buenas migas con unos heavys italianos de Brescia (entre Milan y Verona).
Lunes 15. Omarunga campsite
¡¡Ya ha amanecido y nosotros todavía en la
tienda!!
Son
ya las seis y media cuando estamos desayunando.
Recogemos
las tiendas y a eso de las siete salimos de Palmwag por la C43 en dirección
Seisfontain, destino Omarunga, un camping al norte de Namibia en la frontera
con Angola.
El
paisaje desertico se vuelve sabana hacia las 8 de la mañana y hasta aparecen
más arboles y montañas aunque muy erosionadas y sin un árbol. La carretera es
buena, sin exigir demasiado claro y de vez en cuando aparecen rebaños de vacas
y cabras y algún burro que otro. Estamos en la zona de hereros y himbas. De vez
en cuando algunos himba nos saludan con la mano y hacen ademán de acercarse al
coche pero no paramos hasta Opuwo que es lo que podríamos llamar una ciudad
suburbial. Un banco, dos supermercados y una gasolinera es lo único que
recuerda a nuestro mundo europeo. Lo demás parecen barriadas de chabolas y las
tribus conviven con la modernidad y compran en el super vestidos con sus ropas
típicas.
A
las 10 estamos en Opuwo. Alrededor del banco, super y gasolinera muchas mujeres
himba venden su artesanía a los turistas y algunos jóvenes se acercan a ver si
consiguen algún tipo de beneficio. Aunque pobres, no son pesados y el ambiente
es cordial y distendido.
Después
de llenar el depósito y comprar algo de comida en el super mezclados con gente
de raza herera con sus extraños tocados y himbas cargadas con bebes a eso de
las 11, marchamos hacia Epupa.
11:30
de la mañana. Ohandungu es un paraje con bastantes arboles de Mopane que crecen
en un inmenso arenal lo que da la impresión de circular en un desierto con
árboles. Ni rastro de agua en cualquiera de sus presentaciones, ya sea en forma
de fuentes, ríos o lagunas.
Los
animales que se ven son escasos. Aparte de las vacas, cabras y burros de las
pobres granjas que encontramos solo hemos visto avestruces y algún antílope
pequeño semejante a nuestros corzos, llamados Steenbok.
A
las 12:30 paramos en una aldea llamada Omuhonga donde entramos en una tienda
local abastecida solo con productos envasados no perecederos. De vez en cuando
repartimos algo de comida a gente himba que acude al paso de nuestro vehiculo.
Un
poco más adelante nos hacemos una foto al lado de un baobab enorme y poco
después llegamos al camping Omarunga. Son las 13:30 de la tarde.
El
camping Omarunga está en una zona privilegiada con abundante vegetación y
palmeras aunque no supera al camping de Sossus oasis camp que a pesar de ser
una zona más desértica nos resultó más cómodo porque cada parcela tenía sus
propios servicios. Este quizás sea más lujoso pero hay que compartir los baños,
fregaderos y no hay opción a wifi.
Antes
de salir a ver las cataratas cuyo ruido se oye desde nuestro sitio nos damos
una vuelta por los alrededores donde podemos ver la auténtica África tan pobre
y primitiva como todo el mundo se la imagina aunque quizás con gente más feliz
de lo que muchos creen.
Hemos
tenido un fallo técnico al contratar desde casa la excursión a ver el atardecer
a la cataratas Epupa. La visión de las cataratas es espectacular pero se puede
acceder a ellas andando desde el camping y solo tienes que pagar 20 dólares
namibios amen de no aguantar a una tropa
de turistas alemanes más interesados en tomar gintonic que otra cosa.
Para
mañana teníamos programada otra excursión, por lo que parece de la misma
índole, a un poblado himba. La hemos anulado con la esperanza de poderlo
organizar por nuestra cuenta de una forma más acorde con nuestra forma de
pensar.
Mañana
os lo cuento.
La
cena preparada por Marivi a base de macarrones con salchichas nos ha sentado
estupendamente.
Hoy
parece que nos acostaremos un poco tarde. A eso de las ocho.
Martes 16
Poblado
Himba y excursión por el río Kunene a buscar cocodrilos
A
las siete de la mañana ya estamos desayunando leche con pan y galletas a la orilla
del río Kunene con el ruido de las cataratas de fondo.
A
esta zona la llaman Kaokoveld o kaokoland una vasta región de montes desérticos
con pistas de arena en vez de carreteras trazadas por el ejército sudafricano
(SADF).
Aquí
hace menos frío por la noche y el amanecer es templado y agradable.
Como
habíamos planeado renunciamos a la excursión del camping y organizamos por
nuestra cuenta el encuentro con los Himba.
Lo
primero que hay que hacer es comprar algún alimento para ofrecérselo como
regalo. Es comprensible. A nadie le gusta que un extraño venga a tu casa a
curiosear y encima no traiga un regalillo.
Nuestra
preocupación era conseguir un guía local que hablase Himba e inglés pero la
suerte estaba con nosotros y por el camino encontramos a un caminante que se
dirigía a Opuwo a ver a sus padres. Se llama Alen y funcionó perfectamente como
guía ya que nos llevo hasta un poblado escondido entre el bosque rodeado por
una cerca para protegerse de los guepardos y chacales.
Estuvimos
con cuatro mujeres que estaban moliendo maíz y también les dimos una pomada
antiséptica para curar la circuncisión del niño que parecía infectada.
No
nos quedó claro si la utilizaran correctamente.
Los
Himbas son una etnia que siguen viviendo como sus ancestros. Las mujeres se
tiñen la piel con una mezcla de ocre, mantequilla y hierbas que les sirve para
protegerse del sol y repelente de insectos aunque me creo que con las moscas no
hace mucho efecto. El perfume que usan lo sacan de la semilla del árbol Mopane.
Las
mujeres van con el pecho descubierto y con solo una pequeña especie de falda de
piel para la parte de abajo.
Después
de comprar alguna cosilla que nos sacaron seguimos adelante.
Unos
kilómetros más adelante, dos niños nos
hacen señas para que paremos el coche.
Nos
piden que les llevemos al hospital y así lo hacemos.
Por
el camino se devoran un paquete de galletas y un quesito que les damos.
Al
llegar a Okongwati echamos dos garrafas de diésel y nos despedimos de nuestro
acompañante e improvisado guía.
Comemos
a las 13 como acordamos en recepción del camping.
Son
las tres de la tarde cuando, acompañados de Tom, recorremos la orilla namibia
del río Kunene en busca de cocodrilos. Unos a uno vamos encontrando hasta cinco
monstruos que están echando la siesta en la arena o en la roca del cauce.
El
río Kunene está como se suele decir infestado de cocodrilos. Hace dos años se
comieron a dos himbas que intentaban cruzar el río desde Angola.
Una
excursión perfecta siempre que se vaya acompañado de un guía si no quieres
servir de merienda.
A
las cuatro estamos de vuelta.
Miercoles 17. Mopane
Village Etosha.
Prontito,
antes de que caliente el sol, dejamos el precioso paisaje del río Kunene con el
ruido de las cataratas Epupa al fondo. Al marchar es también necesario echar un
último vistazo a la gente humildísima de Epupa Village, sin la cual el
funcionamiento del camping no sería posible. Ellos hacen de guías, venden leña
para las barbacoas y demás funciones que hacen posible que podamos visitar este
sitio.
Regresamos
a Opuwo por la misma carretera de arena que atraviesa el desertico bosque donde
se esconden los poblados himba y dirigimos a nuestro todoterreno hacia el este.
Opuwo
dista del camping unos 180 kilómetros y por el camino siempre hay gente
haciendo autostop.
No
debe dar miedo parar a la gente para llevarles a los sitios que te pillan de
paso. Es muy buena gente y les haces un gran favor.
Son
las 9,45 cuando llegamos a Opuwo y tardamos una media hora en hacer compras y
sacar algo dinero (otra vez) antes de partir en dirección a Kamanjab.
La
carretera hasta Kamanjab está muy bien asfaltada. Luego hay que decidir si
vamos por la C40 hasta Outio y de allí a Mopane por la C38.
En
lugar de eso cogemos la D3248 a través de la sabana atajando por el límite sur
del parque nacional Etosha con la esperanza de ver animales.
No
ha sido así ya que el único animal que vimos fue un kudu que salió de repente y
nos dio un buen susto.
Llegamos
al Camping Mopane Village a las 15,30 y recibimos una grata sorpresa ya que después
de más de 600 kilometros una cama con ducha al lado se agradece. Además hoy
tenemos barbacoa para cenar.
Jueves
18
Safari
por Etosha.
Hoy
ha tocado recorrer el parque Etosha. Es una extensa planicie de 22.000
Kilometros cuadrados.
Es
enorme. La palabra Etosha significa el gran lugar blanco.
Consta
de un bosque bajo de matorral y también de sabana. Los árboles son
principalmente Mopane y acacias.
Hemos
podido ver gran cantidad de animales y aunque en mucha menos cantidad que en
Kenya estos son diferentes y no menos interesantes.
Elefantes,
rinocerontes, jirafas, kudus, Oryx, gacelas saltarinas, racicero común, Etc,
atc,
Un
montón de bichejos de lo más variado.
Estuvimos
toda la mañana recorriendo el parque y también después de comer aunque por la
tarde no tuvimos la suerte de la mañana y solo vimos los antílopes más comunes
y un esqueleto de jirafa que demostraba que alguien se la había merendado.
Okaukejo
es una zona de camping y bungalow habilitada para el turismo en esta zona.
Tiene gasolinera, restaurante, supermercado y algún servicio más como correos y
lavabos.
Tambien
hay una charca donde pueden verse si se guarda un poco de silencio (un poco
difícil para los nativos de algunas naciones) los animales cuando se acercan a
beber.
Nosotros
pudimos ver un elefante y varios tipos de antílopes.
Regresamos
al Mopane lodge a eso de las seis cuando ya un sol rojo se había escondido por
el horizonte.
Viernes 19
Mururani
Camp
Después
de desayunar opíparamente como solo lo hacen los que saben que no van a comer
más tarde, nos dirigimos a eso de la 7:30 de la mañana en dirección Outjo por
la C38. Lo rebasamos a las 8 y antes de las 9 estamos en Otjiwarongo.
Entramos
en una zona más adelantada económicamente hablando. El paisaje lo siguen
conformando bosque bajo y unos arcenes anchísimos que parecen segados a
propósito y donde un par de veces vemos algún facóquero comiendo al lado de la
carretera. Yo no dejo de mirar a lo lejos por si de nuevo a algún antílope se le ocurre pasar de
repente pero solo veo los omnipresentes termiteros de más de tres metros de
alto.
Por
primera vez el cielo está algo nublado pero no parece que vaya a llover. De
hecho nos dicen que no ha llovido en dos años.
Sobre
las 9:30 entramos en el distrito de Grootfontein. Una carretera asfaltada y
provista de cámaras de estilo alemán (foto por delante) nos lleva hasta Tsumed
no antes de repostar en Otavi y pasar por un taller para hacer una apañín a
nuestro todoterreno que quedó un poco dañado por delante, en la zona del
copiloto. Por tres euros nos lo arreglan provisionalmente y proseguimos con la
ruta.
Son
las 11 de la mañana cuando pasamos la barrera de los 3000 kilómetros.
A
las 11,30 llegamos a Tsumed donde aprovechamos que hay wifi en una especie de
hostal para tomar unos zumos y descansar.
Tsumed
es una población bastante grande donde echamos un vistazo a un centro artístico
que trabaja con los bosquimanos llamado Tsumeb Arts&craft centre.
En
dirección Grootfontein se puede visitar y así lo hacemos el meteorito más
grande del mundo.
Por
la D2860 salimos de nuevo a la B8 que se dirije a Rundu.
Antes
de llegar a la mitad llegamos hasta el Mururari camp donde a las cinco ya
estamos hacienda la cena. Macarrones con bonito y unas salchichas.
El
Mururani camp es un camping sencillo pero estamos nosotros solos y por el
precio que nos ha costado tampoco podemos pedir demasiado. Parece que hay algún
mosquito pero los dueños rocían con insecticida para que no nos piquen. Un
detalle.
La
primera vez que pisamos yerba verde desde que salimos de casa. Es el jardín de
la casa que los dueños nos dejan acampar encima.
La
gente aquí se rige por la luz del día más que por el horario. Trabajan desde
que amanece hasta que anochece para aprovechar la luz. Abrir la tienda del
camping a las siete le parece tarde y, aunque sea invierno, abren a las seis y
media.
Sábado
20
Ngepi
camp
Después
de una noche aciaga en el Mururari durante la cual no hemos dormido nada
gracias a la fiesta que han montado los animales domésticos de este sitio nos
vamos sobre las 7:20 hacia Divundu cerca del cual se encuentra el Ngepi donde nos
quedaremos a dormir. A ver si hay suerte y los animalitos nos dejan dormir.
Nada
más salir pasamos un control de policía. La primera vez que nos piden el carnet
de conducir. Más tarde, esta mañana, lo volverán a pedir. La policía es tan
agradable como el resto de la gente. Su saludo es: buenos días ¿que tal está? Y
nos preguntan por el abollón. A estas alturas hasta el de la gasolinera sabe
que hemos atropellado un Kudu y nos pregunta si lo llevamos dentro del coche
para cocinarlo después.
La
carretera hacia Rundu está salpicada a los lados por aldeas hechas a base de
chabolas de paja o de hojalata cercadas con una empalizada. A ratos se ven
expuestas al lado de la carretera cerámica o tallas de madera.
Hay
muchísimas aldeas y mucha gente andando de pueblo en pueblo; muchas personas
acarreando agua y otras muchas más elegantes como si fuesen a una fiesta.
A
la 9 estamos en Rundu donde volvemos a llenar el depósito y a las 12 llegamos a
Divundu donde hacemos una compra de comida en el super e intentamos buscar una
farmacia sin éxito.
En
Divundu una mujer nos acompaña hasta la misma puerta de la consulta médica pero
yo solo quería una farmacia y eso parece que es raro por aquí. De todas formas
la gente aquí es muy amable y están dispuestos a echarte una mano enseguida.
Las
ciudades no parecen interés turístico ninguno por aquí. El plato fuerte es el
Kavango en Namibia o el Okavango en Bostwuana.
Ngepi
Camp está a 14 kilómetros de Divundu de lo que casi cinco son por pista de
arena.
Hay
mosquitos pero con el spray antimosquitos y la mosquitera espero que podamos
esquivarles.
En
este camping llevan hora sudafricana por lo que tenemos que adelantar el reloj
una hora.
El
camping Ngepi es un pequeño paraíso rodeado de bosque a la orilla del río
Kavango. No falta lo esencial y tiene wifi libre. Lo que nos ha venido muy bien
para poder cambiar de planes.
Son
las 17:30 cuando Mariví prepara la merienda cena a base de espaguetis.
Domingo
21
Esto
es dormir en la selva. Aunque hemos oído a los elefantes, hipos y algún que
otro pájaro nada que ver con el ruido de los burros, gallos y otros bichos del
camping Mururani.
Esta
mañana la dedicamos a explorar el parque nacional Bwabwala que en muchos sentidos
nos ha gustado más que el Etosha. Nos han cobrado 9 euros por los tres y el
coche. Por supuesto es mucho más pequeño y no hemos visto elefantes ni
leopardos pero hemos visto hipopótamos, facóqueros y familias completas de
avestruces con sus polluelos que son del tamaño de una gallina. Además hay
baobab gigantes, árboles grandes y se recorre mejor al ser más pequeño por
supuesto sin desmerecer para nada el inmenso Etosha park.
Hemos
decidido variar la ruta sobre la marcha
e ir hacia Maun para poder sobrevolar el Okavango y quitar la espinita que se
le había clavado al chofer.
Así
que el camping siguiente será el Old bridge backpakers después de haber anulado
el Mavunge que no estaba pagado.
El
okabango desde aquí puedes surcarlos en barquito o en mocoro que es una canoa
local totalmente artesana. Hemos escogido la primera opción porque así nos lo
han recomendado en recepción.
La
excursión no defrauda ya que las vistas son preciosas sin contar con una puesta
de sol de película.
Lunes
22
A
las 6:15 (en este camping las 7:15) ya estamos haciendo el Chekout pero aún no
han abierto la cocina para tomarnos un café.
Hoy
tenemos un largo recorrido hasta Maun donde esperamos ver el delta del Okabango
desde el aire.
A
las 7:45 cruzamos la puerta del Bwabwana Park. Son 16 kilómetros de parque
hasta la A35 y a las 8:30 llegamos a la frontera con Botswana. Cruzamos por
Mohembo y un cuarto de hora después entramos en el nuevo país. Nos cobran 140
Pulas (once euros y medio)por cruzar con el coche.
Nos
costó un poco de tiempo rellenar los papeles para que nos devuelvan las tasas
de la cámara pero al final lo conseguimos.
Ya
de entrada nos sorprende un poco el hecho de que parece más pobre que Namibia.
La carretera aunque es una nacional es estrecha y está mucho peor asfaltada y
está llena de parches y abolladuras.
Está
claro que la población trabaja agricultura o ganadería de subsistencia. Nunca
he visto más burros (de cuatro patas) por kilómetro lineal en mi vida.
Llenamos
el depósito en Shakawe. Aquí la gasolina está a 0,62 euros el litro.
La
gente se mueve con una tranquilidad pasmosa. Eso sí siempre con una sonrisa y
con una amabilidad a la que no estamos acostumbrados (nos guste o no) Los
empleados de las gasolineras por ejemplo te limpian todos los cristales del
coche bromean contigo, te dan la mano y te desean buen viaje, no piden propina,
es que son así.
Las
prisas por llegar a tiempo al aeródromo nos hace correr un poco más de la
cuenta con lo que en Gumare nos ponen una multa con razón. Eso sí con una sonrisa
mientras la policía bromeaba con Ieltxu. 600 pulas del ala. (Unos 50 euros).
El
paisaje esta formado por bosque en terreno arenoso semidesértico. Salvo algún
todoterreno el tráfico es escaso pero sigue siendo un peligro loa animales
domésticos a la orilla de la carretera.
Sobre
las dos pasamos por el poblado de Toteng y media hora después llegamos a Maun a
tiempo de sobrevolar el delta del Okavango.
Puede
parecer un lujo pero sobrevolar el delta en una avioneta no es muy caro (90
euros por persona) y te permite hacerte una idea de cómo es esta parte de
Africa. Si no sería imposible.
El delta del
Okavango es un caso poco
usual de delta, en el sentido de que este río no desemboca en el mar. En
realidad, no se trata de un verdadero delta fluvial, sino de un abanico aluvial o cono de deyección muy grande, que se produce donde el río Okavango desagua
en una llanura prácticamente endorreica con un clima mucho más seco que en sus cabeceras.
El delta cubre una superficie de entre 15.000 km² y 22.000 km²
durante las crecidas, se encuentra en el norte de Botsuana, en la región de Ngamiland,
con capital en Maun,
a 942 m de altitud. Recibe agua del río Okavango; éste nace en Angola y
atraviesa la franja de Caprivi (Namibia) para llegar a este delta donde se
dispersa en el desierto del Kalahari.
En el delta del Okavango existe la única población de leones
nadadores; éstos se ven forzados a entrar en el agua, que durante las crecidas
llega a cubrir el 70% de su territorio, para cazar antílopes como los impalas.
Geológicamente el río Okavango al llegar a Botsuana serpentea
entre dos fallas geológicas y acaba desbordándose y creando una extensa llanura
anegada. Es absorbido por el desierto Kalahari y se desconoce dónde terminan sus
aguas.
En 2014,
la Unesco eligió
el delta del Okavango como Patrimonio de la
Humanidad.1
Empleamos
el tiempo en Maun en hacer algunas compras en el super y en cambiar los dólares
namibios que nos sobraron en una oficina de cambio de la ciudad ya que en el
aeropuerto no nos lo hacían.
Al
final nos quedamos en el Maun rest camp. Un camping muy bien acondicionado y
muy barato (17 euros por persona y noche).
Barbacoa
para cenar y a dormir
Martes
23 de agosto
Hoy
nos levantamos con una sorpresa: Nos han robado la matrícula delantera.
Pues
nada. Vamos a la policía de Maun a poner una denuncia no sea que nos vayan a
pedir explicaciones como realmente sucedió en varias ocasiones. Despues de
hacer jurar a Ieltxu que dice toda la verdad con la mano levantada, la agente
nos da un papel sellado de cómo hemos denunciado el asunto. Curiosamente no nos
piden ni los papeles del coche, ni apuntan la matrícula ni se guardan ninguna
copia de la denuncia para la policía. Qué
más da.
Dejamos
el camping Maun Rest Camp; un camping bastante económico (17 euros los tres y
el coche), tranquilo y limpio.
Es
habitual pasar varios controles de higiene donde mojan las ruedas y los zapatos
de la gente, me imagino con alguna sustancia desinfectante. Creo que es para
que no entren gérmenes que puedan dañar la fauna salvaje.
Cruzamos
varias reservas forestales donde es común ver cebras, jirafas, avestruces y
pequeños antílopes. En la última una familia de elefantes cruzó la carretera
delante de nosotros.
Otro
control de radar pero esta vez no caemos. Son radares móviles manejado por un
agente que se aposta camuflado al lado de la carretera. Sencillo pero efectivo.
A
los lados el ya conocido bosquecillo en un arenal semidesértico con alguna
aldea de ganaderos trashumantes. No vimos lo que entendemos por cultivos hasta
bastante más adelante cerca de la frontera con Chobe. Eran áreas enormes
cultivadas con lo que parece maíz o algún cereal pero aun me queda sin explicar
que clase de cultivo puede crecer sin apenas agua o sino como consiguen agua
para tanta extensión si aquí apenas llueve.
Llegamos
a Nata sobre las 12:40 donde llenamos el depósito, comemos algo en un
selfservice por 4 euros: arroz, pollo y unos refrescos.
La
A 33 enfila ahora hacia el norte atravesando varias reservas naturales que
forman parte del parque Chobe.
Al
fin después de 602 kilómetros llegamos al camping situado un kilómetro fuera de
la carretera y al lado de una charca donde acuden a beber los animales.
“Nosotros
somos gente honesta pero los monos no” reza un cartel en recepción avisando de que no dejemos nada
fuera del coche por la noche.
Este
camping desafía la pericia del chofer con el 4x4 ya que para acceder a él es
necesario saber conducir bien por arena.
Hoy
toca champiñones con espaguetis y bonito.
Espero
que no nos ataquen mucho los mosquitos.
Miercoles
24 de Agosto
Camping
Senyati safari camp
El
objetivo para hoy es el parque Chobe.
Asi
pues salimos del Camping senyati y nos dirigimos hacia Kasane. Cerca de esta
ciudad hay una puerta de entrada al
parque.
El
parque es interesante pero no más de lo que hemos visto hasta ahora. Hay que
decir que es necesario 4x4 en casi toda la zona y no poca pericia.
De
hecho el percance de hoy ha consistido en quedarnos atrapados en la arena. De
no ser por un guía experimentado igual todavía seguimos allí.
A
la salida recompensamos al coche con un buen lavado (70 pulas) y al chofer con
una pizza en una pizzería de Kasane.
Jueves
25 de agosto de 2016
VICTORIA
FALLS
Vamos
quemando etapas. Se acerca el fin del viaje y hoy toca cambiar de país.
Son
ya las 9:10 minutos cuando llegamos a la frontera con Zimbabwe.
Si
no es por la frontera parecería que no hemos cambiado de país. El paisaje es el
mismo. Bosque bajo encima de terreno arenoso y herbáceo quizás algo más
frondoso que antes.
Ante
la imposibilidad de gestionar los billetes de vuelta a Johannesburgo en el
aeropuerto nos dirigimos a Victoria Falls donde lo conseguimos sin mayor
problema.
Rápidamente
constatamos que las cataratas son un chollo para el gobierno de este país y
para sus funcionarios. Nos cobran 90 euros por el coche en metálico y
curiosamente 30 más por el coche esta vez con la tarjeta de crédito cuando en
las demás fronteras nos cobraron 12 euros escasos por todo.
Independientemente
de su interés turístico, Victoria Fall está montado expresamente para sacar
dinero a los viajeros. Todo se paga en dólares y el precio de las cosas es tan
caro o más que en Europa. La moneda anterior del país ha dejado de funcionar.
La
entrada a las cataratas cuesta 30 dólares por persona.
La
policía está a la expectativa para ver si te saltas alguna ley o incluso si
llevas el vehículo sucio.
La
mordida no se hace esperar. Nos paran el coche y dicen que hemos hecho un ceda
el paso en vez de un stop y además nos quieren multar por tener un golpe el
coche.
Después
de enseñar papeles y el sello de la policía de Bosbwana se conforman con 20
euros y nos dejan en paz.
Culturalmente
las cataratas victoria es un sitio muy interesante. Están en el río Zambeze en
la frontera con Zambia. Fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la
Unesco en el 1989.
Su
altura total son de 108 metros. Su tamaño es el doble que el de la cataratas
del Niágara.
En
esta época las hemos encontrado bastante secas ya que el máximo de agua parece
que es en abril. Aun así son un gran espectáculo digno de admirar.
Una
vez visitado las cataratas y después el super para comprar la comida nos
dirigimos al sitio donde nos vamos a alojar esta última noche, el Victoria Fall
Backpackers, un sitio para mochileros con bastante buena pinta. Un remanso de
paz a salvo del bullicio turístico.
Nos
despedimos del 4x4 que tan buen compañero ha sido y nos disponemos a descansar
lo que queda del tiempo antes de volar a Johannesburgo y después a casa.
Se
acabaron las vacaciones.
El
bloguero gruñón:
Hoy
no tengo ganas de gruñir porque los demás han gruñido más que yo en la aduana,
en las cataratas, con la policía y hasta en el súper.
…………………………………………………
Una
inolvidable experiencia
Viajar
es vivir dos veces dicen algunos.
Pero
cuando el viaje es dejado al azar, en no pocas ocasiones, aunque lo lleves todo
lo mejor planificado posible, se trasforma en aventura. Y la aventura no es
para todos.
Para
hacer un viaje así tienes que estar preparado para lo mejor y también para
cualquier sorpresa desagradable que te pueda venir.
Un
accidente inesperado puede dar al traste con todo el plan y terminar con el
viaje antes de empezar.
Un
componente del equipo se cae, un antílope se cruza inesperadamente delante del
vehículo, una piedra lanzada por otro coche puede romper tu parabrisas, una
enfermedad, el frío, el calor, etc pueden poner a prueba el éxito del plan.
Cada
componente debe poner de su parte para que las vacaciones planeadas de esta
forma resulten plenamente positivas y yo creo que lo hemos conseguido.
¡PRUEBA
SUPERADA!
Quiero
dar las gracias a todos aquellos que han seguido nuestra pequeña aventura en el
blog y por wasap y los mensajes de ánimo
que nos han mandado.
Un
fuerte abrazo a todos.
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